A Rajoy, Convergencia no le agrada.
Tampoco el PNV, por supuesto.
Con ERC a menudo tuerce el gesto,
y el tono de Amaiur... hasta le enfada.
Izquierda Unida le parece errada.
Con el PSOE se siente... algo molesto.
Con Unió, sin embargo, está dispuesto
a hablar, pues por hablar no pasa nada.
A todos los respeta. Son rivales.
Y aunque mantienen broncas habituales,
las solucionan dándose las manos.
(Porque toda la bilis y la saña
que fermenta en lo hondo de su entraña...
se la guarda a UPyD y a Ciudadanos).