La nación de naciones sacrosantas,
con intensos y hondos sentimientos.
La nación de países descontentos,
con historias ficticias y farsantas.
La nación de naciones. ¿Pero cuántas?
¿Tres o cuatro? ¿Decenas? ¿Tal vez cientos?
La nación de disímiles fragmentos
insaciables, tragones y carpantas.
La nación de naciones avarientas,
que recuerdan catástrofes sangrientas
y se enfrascan tan solo en sus asuntos.
La nación de terruños variopintos
discordantes, opuestos y distintos
que no pueden seguir viviendo juntos.