El bienestar de todos aconseja
que a la Constitución se la reescriba.
Tal como está es retrógrada, nociva,
confusa, problemática y compleja.
Hay que modificarla, porque es vieja,
revieja, anciana, rancia y primitiva.
Mudarla de raíz, de abajo arriba,
pues es ineficaz y ya está añeja.
Su viejo y fascistoide articulado
se ve obsoleto, arcaico y desfasado,
y si hay que rescindirlo, se rescinde.
Que nos la cambien ya, con valentía.
Pero eso sí, no empiecen todavía,
que tengo que leérmela este finde.