
Yo sé que piensas, Pablo, en la hipoteca
que te otorgó la Caja de Ingenieros,
que tiene dos, tres, cuatro, cinco ceros,
y es mucho capital, mucha manteca.
Y que Íñigo Errejón, el de la beca,
os monta este pollaco por joderos.
Y qué decir de algunos compañeros,
como Espinar, que es un cabeza hueca.
Aumentan los ingratos tornadizos
que no os quieren ni a ti, ni a los mellizos,
ni a Irene, la tinaja y el chalet.
Qué situación difícil y confusa.
Y qué putada que hoy ya no se usa
aquello de clavarles el piolet.