Ayer, José García Domínguez, ilustre colaborador de esta casa, anunciaba en Twitter el inminente Apocalipsis. No el de San Juan, sino el de la deuda, la prima de riesgo y tal. O sea, la quiebra. La suspensión de pagos. El acabose. De todos modos –aunque no las tengo todas conmigo– en el momento de redactar estas líneas el Apocalipsis todavía no se ha producido. O al menos no nos ha sido comunicado.
En fin, perdonen los lectores las guasas, que la cosa está "mu achuchá". Precisamente mi amigo Monsieur de Sans-Foy bromeaba diciendo que el Apocalipsis llegaría acompañado de la música de Georgie Dann. Estremecedor. El caso es que no pude resistirme a robarle la idea: aquí tienen la canción del verano (si es que llegamos a él). Cántese con la música de "El chiringuito".
¡Apocalipsis! ¡Apocalipsis!
¡Apocalipsis! ¡Apocalipsis!
Estamos en la playa;
hay chicas en bikini,
y el Domínguez me raya
con el Apocalipsis.
¡Apocalipsis! ¡Apocalipsis!
¡Apocalipsis! ¡Apocalipsis!
Dicen que España tiene
un pufo gigantesco,
y no hay nadie que frene
nuestra prima de riesgo.
¡Apocalipsis! ¡Apocalipsis!
¡Apocalipsis! ¡Apocalipsis!
Me voy a echar la siesta;
me olvido de la crisis:
a ver lo que nos cuesta
lo del Apocalipsis.
¡Apocalipsis! ¡Apocalipsis!
¡Apocalipsis! ¡Apocalipsis!
Me voy al chiringuito
a tomar unos tragos,
por si me deja frito
la suspensión de pagos.
¡Apocalipsis! ¡Apocalipsis!
¡Apocalipsis! ¡Apocalipsis!
Con cava y con champaña
hacemos nuestro brindis
porque ya llega a España
lo del Apocalipsis.
¡Apocalipsis! ¡Apocalipsis!
¡Apocalipsis! ¡Apocalipsis!
Y si, para más inri,
Mariano lo desmiente...
¡es que el Apocalipsis
resulta ya inminente!
¡Apocalipsis! ¡Apocalipsis!
¡Apocalipsis! ¡Apocalipsis!