Tantas encuestas me tienen frito.
Tantos sondeos ya me saturan.
Todas con gráficos en que aseguran
el hundimiento del trifachito.
Cuánto demóscopo de chiringuito,
cuánto fullero, cuánto payaso.
¡A las encuestas, ni puto caso!
Te hablan de Sánchez, de que lo peta.
Cuentan escaños y porcentajes.
Fijan pronósticos, sueltan mensajes
con petulante voz de profeta.
La demoscopia, ciencia secreta
y hasta esotérica, si viene al caso.
¡A las encuestas, ni puto caso!
Unos las hacen en la cocina
(sucia cocina, de escasa higiene).
Otros las hacen más con el pene
(si son mujeres, con la vagina).
Todas se apuntan a la rutina,
y a Vox le niegan que haga sorpaso.
¡A las encuestas, ni puto caso!
Tras el ridículo de Andalucía,
donde metieron todas la pata,
¿quién las emplea, quién las contrata?
¿Quién les financia su fullería?
¿Quién, si es sensato, de ellas se fía?
¿Quién no se acuerda de su fracaso?
¡A las encuestas, ni puto caso!