Nuestro prófugo más célebre amaga con volver: amparándose en no sé qué impunidades europarlamentarias, Carles Puigdemont, el pirado de Waterloo, coquetea con su regreso.
El retorno del exHonorapla presenta razonables dudas: ¿es justo? ¿es necesario? ¿en verdad es justo y necesario? Se lo hemos preguntado a nuestros vates, y ahora tenemos tantas respuestas como poetas.
Para variar.
Si quieren unidad de criterio, no contraten poetas.
¡NO VENGAS!
por Monsieur de Sans-Foy
¡No vengas, Puchimón, ni se te ocurra!
que te ha de traicionar, en ese día,
alguno que al oído te susurra.
¡Malíciate, recela, desconfía!
España es traicionera y alevosa,
y tú, un adolescente todavía.
Hasta tu propia gente está celosa:
Oriol, de esa cintura de gitano,
y Torra, de esa mata vigorosa.
¡No vengas, Puchimón, que te echan mano!
En cuanto mismo cruces la frontera,
te trincan. Y además, en castellano.
Te trincan y te vas para Estremera:
Los VIPs de Llerdoners evitarán
juntarse con un prófugo cualquiera.
¡En Waterloo, se está como un sultán!
Tu vida es refinada y exquisita.
¡Incluso la Arrimadas te visita!
¡Y Netflix, puede verse en catalán!
¡VEN, PUCHIMÓN, VEN PACÁ!
por Fray Josepho
Ven, Puchimón, ven pa España,
Deja ya Bélgica y ven,
que aquí se te quiere bien,
y no en esa tierra extraña.
Brindaremos con champaña,
o con cava, qué más da.
¡Ven, Puchimón, ven pacá!
Ven, Puchimón, por favor,
que no te va a pasar nada.
La gente está entusiasmada,
y va rezumando amor.
Ven sin ningún resquemor;
no le hagas caso a Sanfuá.
¡Ven, Puchimón, ven pacá!
Ven, Puchimón, vida mía,
con tu corazón de oro,
y vierte en la piel de toro
tu bondad y tu alegría.
Que aquello (qué tontería)
fue culpa del chachachá.
¡Ven, Puchimón, ven pacá!
Ven, Puchimón, sin recelo,
Haz la maleta y ven pronto,
¡No lo dudes, no seas tonto,
no seas gilí, no seas lelo!
Que por la tarde hay un vuelo:
¡sácate el billete ya!
¡Ven, Puchimón, ven pacá!