La Casa Real ha anunciado que la Princesa de Asturias estudiará el bachillerato en el UWC Atlantic College de Gales, Reino Unido. Esto no le ha parecido bien ni mal a nadie que tenga asuntos propios de que ocuparse, pero ha disgustado hondamente a los frentepopulistas habituales.
TVE, la televisión de todos, dio la noticia con este texto sobreimpreso: "Leonor se va de España, como su abuelo", lo que le ha parecido sectario hasta a Rosa Mª Mateo (que manda ovarios la cosa).
Sabemos que nuestros poetas son ambos leonoristas, pero, aun así, les hemos pedido su parecer con la esperanza de que surgiera la controversia. Y no nos han decepcionado:
QUE VAYA Y QUE APRENDA
por Monsieur de Sans-Foy
La Princesa se va a Gales
a estudiar bachillerato,
como harán otros chavales
que no conoce ni el tato.
Echenique tuerce el morro
y encocórase el Rufián.
(Ya se sabe que el ahorro
es su máxima y su afán).
Hay estudios más sencillos
y que no cuestan dinero:
custodiarle los chiquillos
a la gárgola Montero.
De primeras, que practique
con un puesto más modesto:
asistenta de Echenique.
(Todo en negro, por supuesto).
Les ofende la Corona
y les jode lo que gasta,
pero todo se perdona
en los de su propia Casta.
Que Leonor se vaya a Gales
y a West Point, si no es muy caro,
que estos necios integrales
la querrán mandar al paro.
¿La veremos algún día
como Jefa del Estado?
Eso significaría
que, de España, algo ha quedado.
QUE SE QUEDE
por Fray Josepho
Por Dios, majestad, Felipe,
por Dios, no seáis así.
No le hagáis caso a Sanfuá,
que está tontaina y gilí.
No mandéis a la princesa
a estudiar a otro país.
¿Qué se le ha perdido en Gales?
Dejad que se quede aquí,
en un instituto público,
donde no va a repetir
porque en España el suspenso
es asunto baladí,
y da igual cuántas le queden,
pues nadie podrá impedir
que pase de curso en curso,
cual de flor un colibrí.
En nuestra enseñanza pública,
Leonor se podrá instruir
y estudiar memoria histórica
en vez de Griego y Latín,
y asistir a chochocharlas
y de LGTBI.
Podrá aprender feminismo
de género hasta aburrir.
Y en el lenguaje inclusivo
se podrá formar, en fin.
Dejad que estudie en España,
pero, mejor que en Madrid,
que se vaya a Cataluña,
que es una arcadia feliz,
con una enseñanza pública
donde se podrá pulir,
y aprender, ya no a ser reina,
sino a ser emperatriz.
Pronto hablará catalán
con el acento de Vic,
y podrá hacerse del Barça,
como el tito Urdangarín.
¡Si es que, para estudiar fuera,
de España no hay que salir!
¡Mandad a nuestra princesa
al extranjero de aquí!