Feroces, desagradables e injustísimas han sido las críticas que ha recibido Irene Montero por el vídeo del cumpleaños. Tan es así, que nuestros poetas se han visto obligados a salir en defensa de la ministra de Igualdad. Para ellos, es una estupenda idea convertir la vida cotidiana de nuestras autoridades en un reality show, porque así se acerca al populacho la imagen de nuestros próceres y próceras, y se contribuye al afianzamiento de la democracia.
Pero ¿cuál será el tema del próximo vídeo de Irene Montero? Pues en este punto es en el que discrepan Monsieur de Sans-Foy y Fray Josepho.
IMAGINACIONES MÍAS
por Monsieur de Sans-Foy
Vislumbro a la Ministra de Igualdad
cortándose las uñas de los pieses,
hablándonos con esa autoridad
tan propia de marquesas y marqueses:
–La higiene personal es importante,
por más que lo discuta la derecha.
Las uñas, si las cortas en menguante,
te crecen mucho, bien y a toda mecha.
La veo tan didáctica y sobrada,
mostrando con rigor irrebatible
la forma de aliñar una ensalada
transgénero, plural y sostenible:
–Primero va el vinagre con la sal.
Por último, el aceite; y está hecha.
Cualquier alteración es criminal.
¡Así es como la arruina la derecha!
Y siempre encaramada a la tarima
de enfático orador decimonono...
Irene, algunas veces, me da grima
(será que me recuerda a Yoko Ono).
EL VÍDEO DEL POLVO
por Fray Josepho
El próximo vídeo de Irene Montero
será estupendísimo, festivo y jovial.
Será progresista, será pinturero,
será divertido, gustoso y genial.
Muy pronto en streaming la joven ministra
va a echar un polvete con Pablo, su amor.
Y allí, con la cámara que graba y registra,
habrá un funcionario, o algún asesor.
Será igualitario, será consentido,
será sostenible, y lo colgarán
en grupos de WhatsApp, la web del partido,
en Twitter, en Facebook y hasta en Instagram.
Será un polvo echado con gran entusiasmo,
con mucho erotismo, con sumo placer,
con un estupendo recíproco orgasmo
(igual el del hombre que el de la mujer).
Imágenes nítidas, sin filtro ni adorno,
que nos normalicen la sexualidad.
Imágenes puras, muy lejos del porno.
Qué chupi. Qué chuli. Qué chachi. ¿Verdad?