No, esta vez nuestros poetas no han escrito de políticos, ni siquiera de separatas o de podemitas, pese al título. Han escrito de bichos de verdad y, como siempre, sus posturas resultan enconadamente discrepantes: ¿son más odiosas las arañas o los mosquitos? Lean y opinen.
ODIO LAS ARAÑAS
por Monsieur de Sans-Foy
El cínife es peor que las pirañas.
El tábano y la mosca cojonera
son émulos del tigre y la pantera,
mas, odio, sólo tengo a las arañas:
Peludas y asquerosas ermitañas
colgadas del farol de la escalera,
en busca de una víctima cualquiera
que aplaque vuestra sed con sus entrañas.
¿Qué artífice hechicero papanatas
os hizo así de pródigas en patas,
con esos irritantes contoneos?
Asómate, tarántula insensata...
¡Verás cómo me quito la alpargata
y acabas como sello de Correos!
ODIO LOS MOSQUITOS
por Fray Josepho
Ya basta de colgarle el sambenito:
la araña es un bichejo bonachón.
Prefiero mil arañas a un mosquito.
Qué digo mil arañas: un millón.
El sádico mosquito es un cabrito
que clava su minúsculo rejón,
y sacia, sanguinario, su apetito
dejándote en las carnes un habón.
Mosquitos, yo os maldigo y os detesto,
pues siempre me picáis cuando me acuesto,
frustrándome la urgencia de dormir.
Mosquitos hijueputas, casta odiosa,
quisiera tener sangre venenosa,
por veros, tras chupármela, morir.