Ahora puede uno contemplar los mejores monumentos, disfrutar de maravillosas vistas y practicar algunas actividades deportivas recurriendo a las vías verdes, una nueva forma de turismo que ofrece muchos atractivos con un coste económico mínimo y un sinfín de ventajas.
La Fundación de Ferrocarriles Españoles viene convirtiendo desde 1993 vías de tren abandonadas en espectaculares cauces de recreo. Vayan calzándose las zapatillas de deporte, porque nos vamos a conocer algunas de las vías verdes más representativas.
1. Vía del río Oja
En el corazón de La Rioja, el río Oja sabe mucho de vino y chacinas, y poco de ruidos y aglomeraciones. Comenzamos en el paseo de Vista Alegre, en Haro, junto a unas choperas. Nos dirigimos a la estación de Casalarreina, que hoy en día es una vivienda. En busca de nuestra próxima parada, la estación de Castañares, se puede descansar en un área a orillas del río que cuenta con sus bancos y césped.
Los últimos kilómetros serán los más duros. En el 29 pasamos frente a la aldea de San Asensio de los Cantos. Al levantar la vista se nos presenta el espolón rocoso de la peña de San Torcuato. El esfuerzo ha sido mucho, pero ya estamos cerca de Ezcaray, donde nos daremos un respiro.
2. Vía de la Jara
En Calera y Chozas se puede acceder a una de ruta creada sobre un tramo que nunca llegó a entrar en funcionamiento: se trata del llamado Ferrocarril de la Jara, que debía enlazar Talavera de la Reina y Villanueva de la Serena.
Este proyecto de Primo de Ribera quedó paralizado por la llegada de la II República, pero se retomó tras la Guerra Civil. Se construyeron todas las estaciones y apeaderos, incluso se levantó el más impresionante de los viaductos de la línea: el de Guadalupe, que cruza airosamente el Tajo a la altura de Calera y Chozas, 50 metros por encima de las aguas.
Allí acabó todo: volvió a faltar el dinero, y el ferrocarril nunca llegó a cruzar ese camino. Así pues, estamos ante la crónica de un fracaso anunciado…
3. Vía del Tajuña
Dicen que lo recomendable es ir desde Mondéjar hacia Carabaña, ya que el camino es cuesta abajo. Aunque en ningún caso debemos recorrer la vía en bicicleta, puesto que hay muchos restos de balados. Nos adentraremos en un bosque mediterráneo prácticamente virginal. Si ponemos atención podremos ver orquídeas salvajes.
Ambite y Orusco son las primeras localidades que recorreremos. Se encuentran en el valle del Tajuña. El tramo final es conocido como "el ferrocarril de los 40 días". Bajaremos por el vial pecuario, ya que la parte ferroviaria se encuentra llena de matorrales. Girando a la derecha, después del cruce con la carretera de Carabaña, nos dirigiremos a la localidad de Valdaracete. Aquí termina nuestro recorrido, aunque los más aventureros pueden continuar hasta Carabaña por unas pistas rurales que pasan junto al río.
4. Vía del Aceite
Esta ruta de 55 kilómetros se ha convertido en una de las más conocidas. Podemos transitar por hasta nueve espectaculares viaductos metálicos que en su día sólo permitían el paso de las máquinas locomotoras. No obstante, hay algo que todavía llama más la atención.
La práctica totalidad del recorrido está adornado por hileras de olivos, que convierten el paisaje en una maravilla de la naturaleza. En el kilómetro 8 encontramos las ruinas de lo que en su día fue un cargadero-apartadero, donde se traspasaban al tren yesos de una cantera cercana. Aunque la infraestructura más espectacular se encuentra en el kilómetro 42: un puente romano que deja a nuestros pies el cauce del río Víboras.
A partir del kilómetro 52 desaparecen los olivos que dan nombre a estos caminos y comenzamos a ver vegetación mediterránea, que nos anuncia el fin de la travesía por Jaén y la continuación hacia Córdoba.
5. Vía de la Vall Fosca
Para iniciar la travesía utilizaremos el teleférico, que sólo está disponible en periodo estival. Si venimos en otras fechas habrá que subir 400 metros por un sendero de montaña que parte del dique del Sallente. Una vez arriba encontramos el camino, al borde del lago Gento.
Tras recorrer zonas pobladas de ganado llegamos al pie del del Montseny, desde donde se divisan decenas de arroyos de agua muy pura. Pero las maravillosas vistas no han hecho nada más que empezar, ya que pronto llegaremos a la Vall Fosca. Desde aquí podremos tener unas bellas panorámicas de los pueblos de Cabdella y Espui. Aquí termina nuestro paseo, que ha sido, sin duda, breve pero intenso.
FICHA 1
– Recorrido: 36 kilómetros, entre Haro y Ezcaray (La Rioja).
– Alojamiento: Hotel Ciudad de Haro (Haro). Teléfono: 941 31 12 13.
– No puedes perderte: Todos y cada uno de los edificios de Ezcaray.
– Oficina de información turística de Haro: 941 31 27 26.
FICHA 2
– Recorrido: 52 kilómetros, entre la estación de Calera y Chozas hasta la mina de Santa Quiteria (Toledo-Cáceres).
– Alojamiento: Hostal Cuatrocaminos (Calera y Chozas). Teléfono: 925 84 61 74.
– No puedes perderte: La primavera en esta zona es especialmente espectacular.
– Ayuntamiento de Calera y Chozas: Teléfono: 925 26 79 82.
FICHA 3
– Recorrido: 21 kilómetros, entre Mondéjar (Guadalajara) y Carabaña (Madrid).
– Alojamiento: Hostal Ambite. Teléfono: 91 872 21 79.
– No puedes perderte: El bosque mediterráneo.
– Ayuntamiento de Mondéjar: 943 38 50 01.
FICHA 4
– Recorrido: 55 kilómetros, desde Jaén al Río Guadajoz.
– Alojamiento: Hotel Twist (Torredonjimeno). Teléfono: 953 34 42 54.
– No puedes perderte: El puente medieval sobre el río Víboras, y la ruta arqueológica de los torreones.
– Oficina de la Diputación de Jaén: 953 24 80 00.
FICHA 5
– Recorrido: 5 kilómetros, entre el lago Gento y Espui (Lérida).
– Alojamiento: Hotel Vall Fosca. Teléfono: 973 66 30 24.
– No puedes perderte: Las vistas desde la Vall Fosca.
– Patronato de turismo de la Vall Fosca: 973 66 30 01.