Son los típicos perdedores de esos institutos norteamericanos en los que si no eres un cachas trufado de anabolizantes del equipo de fútbol americano o una espectacular cheerleader con dentadura de replicante te conviertes en algo así como un miembro de la casta más inferior de la India. Literalmente, un intocable, sobre todo porque las que más quieres que te toquen, las replicantes con faldita corta y top ajustado, no se te acercan ni por casualidad.
Imaginen que a estos cuatro pringaos, estos inútiles acomplejados, no se les ocurre otra cosa que aprovechar que uno de ellos cumple años y sus padres le dejan la casa para hacer una fiestecilla y así integrarse en la manada de salidos que hasta el momento los han tratado como apestados en el instituto.
Imaginen también que alguien intenta hacer arte mezclando la forma de rodar programas como Mujeres, hombres y viceversa o Sálvame de Luxe (Tele 5) y Embarazada a los 16 o Jersey Shore (MTV), todo ello combinado con la mala baba de Ricky Gervais en The Office o Life’s too short y el estilo de los hermanos Dardenne, que te ponen una cámara en el pescuezo.
Imaginen, en fin, que una mariposa aletea en Hong Kong y provoca una perturbación cuántica que hace que lo que iba a ser, y cito, "una fiesta de tamaño decente", se convierta en una orgía estilo Imperio Romano fase Calígula.
Primera película de Nima Nourizadeh, que hasta ahora había realizado vídeos musicales, Project X puede considerarse una gamberrada dentro del subgénero del cine gamberro (con acné) a todo ritmo y también, ya que juega a eso en la parte final, una reflexión política, de pasada y por la cara, sobre una generación que ha pasado de la rebeldía sin causa de sus padres a la diversión sin pausa y el nihilismo a toda pastilla, todo ello financiado por los ex rebeldes ya instalados en el Sistema pero que no tienen ni tiempo ni ganas de educar a sus retoños inflados de testosterona y drogas. Como si Esplendor en la hierba la reescribiese Robert Crumb pero sin ínfulas gafapastoides ni victimismo quejica.
Última entrega del estilo ficción-documental que empezó con El proyecto de la bruja de Blair y encontró en Monstruoso su más afinada realización, Proyect X es la plasmación más dinámica, estilizada, hiperbólica y rotunda de una puesta en escena tan rigurosa como divertida, tan frívola como contundente, en la que se recoge el espíritu delirante, rápido y efervescente de las comedias slaptick de esos grandes bufones que eran Mark Sennett o Harold Lloyd o el caos organizado en las pasadas psicodélicas de Bugs Bunny y el pato Lucas de la mano de Chuck Jones para la Warner Bros.
Imaginen, por último, que tienen que elegir una y solo una película para una noche de verano: elijan Proyect X y a la salida del cine échenle valor al asunto, monten su propia fiestecilla salvaje y grábenla en video. A ver si aparecen también los antidisturbios, o al menos se la censuran...
Project X. Dirección: Nima Nourizadeh. Intérpretes: Thomas Mann, Oliver Cooper, Jonathan Daniel Brown, Kirby Bliss Blanton, Brady Hender. Género: Comedia. EE UU, 2012. Duración: 88 minutos.
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