CÓMO ESTÁ EL PATIO
¡Peste de "bueno", "a ver" y "en ese sentido"!
Cada vez que empieza un nuevo año, la gente se propone dejar atrás todo aquello que no le satisface. La tradición está tan arraigada en el subconsciente colectivo, que en cuanto terminan las campanadas de Nochevieja muchos empiezan con la depresión... sólo de pensar que habían prometido dejar el tabaco o apuntarse a un gimnasio el mismo 1 de enero. Si han prometido ambas cosas, estamos ante firmes candidatos a la medicación ansiolítica de por vida.