ADELANTO EDITORIAL
En la corte de los zares
Cuatro días duró el viaje, atravesando los Urales, hasta llegar a Tiumen, desde donde, por el río Tobol, habían de arribar a Tobolsk el zar y su familia (...) Próximas a las riberas veíanse las aldeas siberianas cual madrigueras vacías, y una de ellas era la natal de Rasputín. La casa de su infancia allí se aparecía aislada y mísera. Contemplándola los zares conmovió su espíritu la profecía del brujo, que les había dicho en los tiempos de su persecución, al salir de la corte: "Un triste día habréis de pasar por junto a mi casa abandonada".