Fin de semana

Recibo alarmado una comunicación de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica: "La exposición ambiental podría causar hasta 16.000 muertes anuales prematuras por cáncer de pulmón". Es para tenerlo en cuenta. Sigo leyendo el subtítulo: "El calentamiento del planeta, debido a la disminución de la capa de ozono, aumenta la emisión de gas radón causante del cáncer". Ahora me quedo más tranquilo: es culpa del cambio climático.

El programa Gran Hermano había logrado consolidarse como uno de los firmes valores de la parrilla televisiva, tanto en la cadena progresista Telecinco como en el resto de emisoras españolas de progreso, que, a falta otra cosa, nutrían sus espacios culturales comentando con invitados de postín las apasionantes vivencias de los habitantes de la casa.

"Para lucir haute couture de gorra ya están las estrellas de la pasarela, y para eso a ti te quedan unas cuantas visitas a Lourdes". Así han respondido los amigos del Foro de Ermua al simpático Mikel Napo Buesa, economista y ex militante del PSOE cuyo intento de privatizar la independencia y prestigio ajenos por un lugar en el limelight político-mediático resulta de lo más uncool. Incluso la Obregón se paga sus modelitos.

Mike Goldmann, hijo de Nahum Goldmann, presidente del Congreso Judío Mundial (quien, por cierto, intentó hacer política en Israel y fracasó rotundamente), tenía un sueño, una ilusión: ser actor en París. También fracasó, se volvió a los USA... y regresó a París, casado con Jacqueline, una bailarina negra de los ballets Katherin Dunham, que tuvieron mucha fama en su época.