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Fin de semana

Estatua del Cid en el Museo del Prado.
PASAJES DE LA HISTORIA DE ESPAÑA

El Cid cabalga

Hace unos diez siglos (en algún momento entre los años 1040 y 1050) nació, en una diminuta aldea de Burgos, el que vendría a convertirse en el héroe nacional por antonomasia. Es lo que tienen las figuras de leyenda: que nacen donde uno menos se lo espera y sus felices progenitores no tienen siquiera el detalle de consignar la fecha. El nombre y los apellidos, como eran cosa del cura, no se olvidaron de apuntarlos. Le pusieron Rodrigo por su madre, Teresa Rodríguez, y Díaz porque su padre se llamaba Diego. De aquella peculiar costumbre de nuestros ancestros proviene buena parte de los numerosos apellidos castellanos rematados en zeta, que hoy delatan de manera inequívoca la hispanidad de sus portadores.
EL 'COMPROMISO' DEL MUNDO DEL CINE

T de Terrorismo

En lo relativo al extremismo ideológico y la violencia política, una de las pocas decisiones moralmente claras que Hollywood parece haber podido tomar es que el nazismo fue algo malo. De ahí en más, todo resulta confuso, grisáceo o relativo para los genios creativos de la industria del entretenimiento en celuloide. Tres películas de estreno reciente ilustran el punto: Munich, de Steven Spielberg, una realización edulcorada que muestra titubeo en condenar sin amages el terrorismo; Paradise Now, de Hani Abu Assad, una apología descarada del terrorismo suicida palestino, y V de Vendetta, de los hermanos Andy y Larry Wachowski, bizarro film que celebra sin ambigüedades el anarquismo y terrorismo de antaño.