¿QUÉ ME PASA, DOCTOR?
Un médico de los de siempre
Conocí a Enrique de la Morena al poco de llegar a Madrid y de ser abducido para el periodismo por Pedro Jota como jefe de Opinión de Diario 16. Me lo presentó Carlos Dávila, corresponsal político del diario y con el que entonces compartía una solución habitacional de lo más socialista que imaginarse pueda: dos mesas que anticipaban las futuras "camas calientes" de los inmigrantes que llegaban al Eldorado español y cuya cama nunca llegaba a enfriarse porque era reocupada apenas sonaba el despertador.