CÓMO ESTÁ EL PATIO
Bambi y Obambi: amigos para siempre
A los progresistas europeos no les cabe un pelo de gamba desde el pasado martes. Es natural. Después de la derrota de Kerry (la SER llegó a proclamarlo vencedor, aunque sin precisar las capas de calzones que portaba en ese momento) y la aún más dolorosa de Al Gore, Obama era la tercera ocasión en que la izquierda apostaba decididamente por un candidato, pues el progresismo español supone que Barack Hussein es de los suyos, con ese candor tan ingenuo a que nos tiene acostumbrados.