![Carlos Semprún Maura - Noticias del extranjero Copio el título de un libro del gran poeta belga Henri Michaux, aunque nada tenga que ver con George W. Bush, ni con el discurso esperanzador que acaba de pronunciar sobre “el estado de la Unión”. Vivimos en sociedades robotizadas en las que basta decir “Bush” para que la gente vomite, se desmaye o se ponga a disparar. Hay otros nombres y otras palabras que producen semejantes efectos: Sharon, Blair, Aznar; mundialización, capitalismo, liberalismo, nuclear y guerra, pongamos.](https://s.libertaddigital.com/images/trans.png)
Pues echando un vistazo al “estado del mundo” actual, cualquier verdadero demócrata debe reconocer que menos mal que Bush existe, y más generalmente los USA, porque si no las cosas irían aún peor. Mucho peor. Trataré brevemente de dos problemas candentes, empezando por el de Irak. ¿Qué no se habrá dicho sobre la agresión imperialista yanqui contra un país inocente y pacífico y su bondadoso padrecito de los pueblos, tan parecido a Fidel Castro que hasta se ha dejado crecer la barba?
La traición de parte importante de Europa: gobiernos, medios, opinión pública, más “muniquesa” que nunca, ha intentado convertir el vicio en virtud, y el oportunismo cobarde en defensa de la paz. Y como los USA, pese a todas las dificultades, que son muchas y sangrientas, se han empecinado en proseguir por la senda establecida desde el comienzo: intervención militar, victoria, reconstrucción económica y democratización del país, retirada de las tropas aliadas, sus adversarios, negando esta realidad, se han limitado a jalear las dificultades, a aplaudir a los “resistentes”, los “insurgentes”, evitando siempre nombrarles por lo que son: terroristas.
Y no sólo se han mofado de las elecciones, sino que las han considerado peligrosísimas y hasta ¡antidemocráticas! Pues gracias a los propios iraquíes, desde luego, pero también al apoyo fundamental de los USA dichas elecciones, teniendo en cuenta las circunstancias, han tenido lugar, y constituyen un éxito para la democracia y para la política norteamericana. ¿Existe una acción más totalitaria y antidemocrática que la de intentar impedir el desarrollo de unas elecciones mediante el terror? Desde luego que no.
Pero para la prensa progre, El País, Le Monde, etcétera, esas acciones terroristas no fueron sino acciones de resistencia contra la ocupación . Muchos, y de lo más sesudo, declararon que la guerra contra el terrorismo no pasaba por Irak, y esto, que siempre fue falso, se ha convertido en broma pesada, porque el terrorismo islámico internacional ha concentrado en Irak sus tropas, y una victoria aliada definitiva en Irak sería una gran derrota para la internacional del crimen islámico.
![El primer ministro de Israel, Ariel Sharon.](http://www.libertaddigital.com/fotos/noticias/suarielsharon.jpg)
Pues bien, Simón Peres, político tolerado por nuestros intransigentes “amigos de Israel”, se ha convertido en el número dos del Gobierno de unidad nacional organizado por el “energúmeno” de Sharon, y los “criminales de guerra” israelíes se disponen a negociar ¡una vez más! con la Autoridad palestina. No se les cae la cara de vergüenza; incluso proclaman que Sharon “se ha visto obligado a...” No será por los artículos de los ya citados, ni por los de Carlos Fuentes o José Saramago y demás mequetrefes.
Dos hechos, entre otros, han contado en esta evolución: la retirada de Gaza, decidida por Sharon pese a una fuerte oposición en su propio partido, el Likud, y la muerte de Arafat. La retirada de Gaza, que inquieta, duele, indigna a los “colonos” instalados allí desde hace años no constituye, a todas luces, un acto de guerra, sino de paz; y si Sharon, no encontrando suficientes apoyos en su propio campo, y si para lograr lo que considera justo y necesario se ha aliado con los laboristas para lograrlo, esto demuestra habilidad política, y no fanatismo.
![Mahmud Abbas (Abú Mazén), presidente de la ANP.](http://www.libertaddigital.com/fotos/noticias/iabumazen.jpg)