L D (Agencias) Un año después del peor ataque terrorista de la historia de España, todas las instituciones se han volcado en el homenaje a las víctimas. Madrid despertó con el duelo de las campanas de 650 iglesias justo a la hora en que comenzó el atentado. El silencio fue el protagonista, por expreso deseo de los familiares de los fallecidos.
Las estaciones de Atocha, El Pozo y Santa Eugenia fueron, sin duda, los lugares donde se concentró la mayor emoción. Miles de personas se sumaron al homenaje. Las velas, las flores y los mensajes de recuerdo a las víctimas volvieron a los escenarios de la masacre, y de nuevo los viajeros se arremolinaban en torno a ellos.
Los Reyes de España presidieron el homenaje que tuvo lugar en el 'Bosque de los Ausentes', ubicado en el madrileño Parque del Retiro. De riguroso luto, Don Juan Carlos y Doña Sofía depositaron una corona de flores blancas en cuya banda, de color azul, se leía: "A todas las víctimas del terrorismo".
En este acto, organizado por el Ayuntamiento de Madrid, estuvieron presentes también los Príncipes de Asturias, el presidente del Gobierno y los responsables de las más altas instituciones del Estado, de la Comunidad y del consistorio madrileño, así como líderes políticos y portavoces de los distintos grupos parlamentarios. También estuvieron la presidenta de la Fundación de Víctimas del Terrorismo y el presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo.
Las campanas doblan en recuerdo de las víctimas
No ha sido el único acto en recuerdo de las víctimas del 11-M. La jornada arrancó en Madrid a las 7:37, la misma hora en que comenzaron los ataques terroristas. A iniciativa de la Comunidad, el doblar de las campanas de 650 iglesias de Madrid despertó a los ciudadanos con el recuerdo de lo ocurrido justo hace un año, cuando 192 personas perdieron la vida y casi 2.000 resultaron heridas.
Con todas las banderas a media asta en señal de luto, y al mismo tiempo que sonaban de las campanas, la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, depositó ante la fachada de la sede del Gobierno Regional, en la Puerta del Sol, una corona de laurel; simultáneamente, el alcalde de la capital, Alberto Ruiz Gallardón, guardaba un minuto de silencio en la Estación de Atocha.
En el andén nº2 de la estación de Santa Eugenia, el concejal de Hacienda y tercer teniente de Alcalde del Ayuntamiento de Madrid, Juan Bravo, y otros ediles (de IU, PSOE y PP) escucharon en silencio las campanas de las iglesias más próximas. Una pequeña nota en la puerta de la estación, escrita a mano, recibía a los que cogían el tren con esta inscripción: "Aunque ha pasado un año, jamás os olvidaremos". También en la entrada, los vecinos del barrio instalaron un pequeño altar con velas e imágenes religiosas.
Familiares, vecinos y personal de Renfe y Emergencias Madrid estuvieron acompañados por el vicealcalde de Madrid, Manuel Cobo, la concejala de Izquierda Unida (IU) Inés Sabanés y cuatro concejales del PSOE en el minuto de silencio que se guardó en el andén nº 1 de la estación de El Pozo. Este silencio coincidía con la llegada del mismo tren que provenía, hace un año, de Alcalá de Henares, uno de cuyos vagones estalló mientras estaba estacionado en El Pozo.
Viajeros y vecinos de la calle Téllez también recordaron a las víctimas, junto a Ana Botella, concejala de Empleo y Servicios al Ciudadano, y otros ediles capitalinos, un equipo de bomberos y varios agentes de la policía. Muchos vecinos, entre los que se contaba la ministra de Sanidad, Elena Salgado (que no quiso unirse a las autoridades políticas), se acercaban o se asomaban a las ventanas y balcones de los edificios contiguos para unirse al recuerdo.
Concentraciones en toda España
Las puertas de los ayuntamientos y otras instituciones oficiales, los centros de trabajo, las universidades, las calles y plazas de las ciudades del país fueron el escenario de las concentraciones de cinco minutos convocadas por el Gobierno y la Federación de Municipios. Ampliación.
El homenaje fue, si cabe, más emotivo en Madrid, donde miles de ciudadanos acudieron a la cita del mediodía en la Puerta del Sol, cuya frenética actividad habitual quedó completamente detenida. Muchos madrileños no pudieron contener las lágrimas mientras recordaban a sus conciudadanos asesinados hace un año, y prorrumpieron en aplausos al terminar los cinco minutos. Hubo automovilistas que detuvieron sus vehículos para salir a la calzada y participar del homenaje.
También se guardaron cinco minutos de silencio a las puertas de la Audiencia Nacional, donde se congregaron jueces, fiscales y funcionarios. No así los abogados de los 33 procesados por pertenecer a ETA a través de Jarrai-Haika-Segi. Tampoco sus familiares que asisten a la vista oral. Ampliación.
La jornada conmemorativa concluyó con un funeral en la catedral de la Almudena de Madrid, al que asistieron los Reyes, y con las concentraciones silenciosas convocadas por las asociaciones vecinales en las estaciones de Santa Eugenia y El Pozo.