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CIENCIA

Más mentiras con el 110

Miguel Sebastián ha sacado pecho. Esta semana ha comunicado a la ciudadanía que la famosa medida de los 110 kilómetros por hora es todo un éxito. En concreto, en marzo se ha conseguido, dice, una reducción del 12,7 por 100 en el consumo de gasolina y del 6,8 en el de gasóleo.


	Miguel Sebastián ha sacado pecho. Esta semana ha comunicado a la ciudadanía que la famosa medida de los 110 kilómetros por hora es todo un éxito. En concreto, en marzo se ha conseguido, dice, una reducción del 12,7 por 100 en el consumo de gasolina y del 6,8 en el de gasóleo.

Por supuesto, los defensores de la medida (que, aunque parezca mentira, aún los tiene) se han lazado a repicar estos datos en todos los medios que tienen a su alcance. ¿Tendrán razón? ¿Será cierto que, a pesar de que todos los informes técnicos dudaron en su momento de la utilidad de la ley y pusieron en evidencia que no supondría una reducción en el gasto energético, circular a 110 kilómetros hora sirve para ahorrar? Pues... vamos a ver.

Podríamos hacer una primera aproximación teniendo muy en cuenta el contexto económico. Parece de sentido común pensar que, en un país con 5 millones de parados... y subiendo, un aumento del desempleo histórico, el gasto en carburantes se reducirá. Más aún, si el precio de la gasolina anda por los cielos. Cada vez es más difícil para más gente incluir el gasto de transporte en las cuentas domésticas y llegar a fin de mes.

Pero, en ocasiones, lo que parece de sentido común no responde a la realidad. Para confirmar la sensación apriorística habría que buscar algún dato de contraste. Por ejemplo, la evolución del tráfico rodado.

La primera pista nos la da la Confederación de Empresarios de Estaciones de Servicio, que asegura que en los dos primeros meses de 2011 el consumo de carburante se redujo en un 10 por 100 con respecto al mismo periodo del año anterior. Es decir, antes de entrar en vigor la ley de los 110, los ciudadanos españoles ya estábamos reduciendo el gasto en gasolina en 10 puntos porcentuales.

Pero este hecho tampoco debería, por sí solo, desmentir la eufórica declaración de Sebastián, porque un menor consumo de combustible no significa directamente un menor uso del coche. ¿Será que los españoles hemos aprendido a conducir gastando menos, tal como nos ha pedido el gobierno? Significativo sería que se hubiera registrado, además de un menor consumo, una reducción en el uso del automóvil. Pero, una vez más, las razones del ahorro habría que buscarlas en el retraimiento provocado por la crisis, no en la medida de los 110.

Para confirmar este punto entra en escena el Movimiento 140, de la mano de su portavoz, Pedro Javaloyes. Según este experto, los desplazamientos por carretera en Semana Santa han caído un 40 por 100 en los últimos 10 años. En 2011 se ha movido un 10 por 100 menos de automóviles que en 2010 (entonces se movieron 14 millones). Este fenómeno ha repercutido también, por fortuna, en el número de fallecidos en la carretera, que, por primera vez en décadas, ha bajado de los 40.

La ecuación que más favorecería a Sebastián con estos datos sería la siguiente: menor velocidad = menor consumo = menor siniestrabilidad. ¡Un 10 para la ley de los 110! Pero mucho me temo que la ecuación que realmente explica la situación es bien distinta: crisis + aumento del precio de los carburantes = menor uso del coche = menor gasto = menor siniestrabilidad.

Parece coherente con un reciente informe de la Universidad de Oxford, que determinaba la relación entre el aumento del paro y los muertos en carretera. En concreto, cada vez que el desempleo sube un 1 por 100, los accidentes de tráfico bajan un 1,39 por 100. Con Ley Sebastián y sin ella.

Es más que probable que el verdadero agente causante de la reducción del consumo de carburantes sea la desesperada situación económica de millones de españoles, obligados a dejar el coche en casa. Si incluimos algunos otros factores (como lo tardíamente que ha llegado la Semana Santa este año), parece evidente que el descenso interanual al que Sebastián se refiere está en la línea de descenso de los últimos años, coherente con el azote de la crisis.

Habría que comparar meses similares, sin puentes y fiestas, antes de lanzar las campanas al vuelo. Más aún si tenemos en cuenta el peso que tiene en el consumo de gasoil el tráfico industrial, al que no afecta la ley de los 110...

 

http://twitter.com/joralcalde

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