La Serranía de Ronda se extiende por la Andalucía meridional. Ocupa las faldas del monte Hacho por el norte y la sierra de Loja por el sur, y queda atravesada por el río Genil, cuyas aguas corren vertiginosamente de este a oeste. En medio queda la ciudad que le da nombre: Ronda, una de las poblaciones más antiguas de España.
Nos disponemos a recorrer caminos que no están muy transitados y que son un auténtico paraíso para la conducción al volante de nuestro nuevo amigo, un Nissan Pathfinder que hace las delicias de esos que quieren un todoterreno pero no tener aspecto de granjero desharrapado.
Loja es un buen punto de inicio para empezar la ruta. Nuestro vehículo está más que preparado para empezar a explorar la región, aunque antes de coger el volante conviene dar una vuelta por Loja a pie. Conocida como "La llave de Granada", esta ciudad tiene muchos monumentos atractivos.
Sus murallas protegen el casco antiguo, donde sobresalen especialmente la Alcazaba y el Caserón de los Alcaides Cristianos. Loja también tiene un riquísimo patrimonio de recintos religiosos del siglo XVI: destacan la iglesia Mayor de la Encarnación y el convento de Santa Clara. Y, atravesando el río, el Puente de los Veinticinco Caños.
Es la hora de iniciar el viaje hacia Ronda. El recorrido tiene una dificultad media: atravesaremos terrenos secos y rocosos, con tramos más tranquilos y otros más difíciles que permiten una conducción ágil y entretenida. Atravesando la sierra de Loja, por caminos de tierra y estrechas carreteras comarcales, dejando atrás la Dehesa de los Montes y La Chorrera, llegamos al Parque Natural Torcal de Antequera. Nuestro automóvil se adapta perfectamente. Un sencillo giro de un comando nos permite pasar de tracción 4x2 a 4x4, incluso podemos bloquear el diferencial sin mayor problema. Buena tracción, cómoda conducción y una agradable sensación de seguridad, incluso tramos arenosos de escasa adherencia.
A continuación atravesamos una zona bastante llana, con distintas tonalidades según la época del año. En otoño suele ser umbría y húmeda, mientras que los veranos hacen de ella una zona muy cálida y luminosa. En cualquier caso, la naturaleza seca cambia al llegar al embalse del Conde de Guadalhorce, desde el que nos aventuramos a descender hacia Ronda por caminos muy serpenteantes, que requieren destreza al volante.
Llegamos a la ciudad serrana, que merece unas cuantas horas de visita. Guarda con celo la arquitectura tradicional en sus casas encaladas, sus miradores a la sierra y sus callejuelas repletas de pequeñas tabernas, que sirven lo mejor de la gastronomía local. Y no hay que perderse tampoco las señeras construcciones que tiene, como los baños árabes, el puente sobre el Tajo, la catedral de Santa María, la Puerta de Almocávar y su plaza de toros, de piedra.
En nuestra ruta hacia el sur, la Cueva de la Pileta es uno de los mejores exponentes del arte rupestre del Paleolítico. Un camino lleno de cuevas y rodeado por cientos de pinares nos despide de Ronda. Ponemos dirección al mar, a través de viejas vías de tren que utilizamos en algunos tramos, y llegamos a Casares, en plena Sierra Bermeja y con la Costa del Sol delante de nuestros ojos.
Dónde dormir
– En Ronda: Alavera de los Baños. Teléfono: 952 879 143. Toda una institución.
– En Cartajima: Casa Catalina. Teléfono: 952 873 466. Tranquila y acogedora.
– En Loja: Hotel Almazara. Cerro de la Estación, s/n. Riofrío (a 3 kilómetros de Loja). Teléfono: 958 326 910. Antigua almazara de aceite reconvertida en un bonito hotel de 36 habitaciones.
Dónde comer
– En Loja: El Cortijo. Teléfono: 958 321861. Lujoso restaurante que ofrece platos de la cocina regional totalmente actualizados.
– En Antequera: El Angelote. Teléfono: 952 703465. Riquísimos boquerones rellenos y especialidades antequeranas.
– En Ronda: El Tragabuches. José Aparicio, 1. Teléfono: 952 190 291. Obligado para todos los gourmets exigentes. No defraudará.