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CRÓNICA NEGRA

La crisis derrumba la seguridad

En Leganés han degollado a un joyero en su tienda. Los joyeros llevan años quejándose y no les hacen caso. Madrid ciudad tiene un déficit de cinco mil policías, aunque eso es según un baremo antiguo, el que facilita el peor Ministerio del Interior que hemos tenido nunca, porque es el Ministerio del Bla Bla Bla, con nada dentro. Los policías se quejan, los que tienen ánimo, de que los están convirtiendo en el ejército de Pancho Villa, con coches desfasados y sin gasolina y pistolas sin balas.

En Leganés han degollado a un joyero en su tienda. Los joyeros llevan años quejándose y no les hacen caso. Madrid ciudad tiene un déficit de cinco mil policías, aunque eso es según un baremo antiguo, el que facilita el peor Ministerio del Interior que hemos tenido nunca, porque es el Ministerio del Bla Bla Bla, con nada dentro. Los policías se quejan, los que tienen ánimo, de que los están convirtiendo en el ejército de Pancho Villa, con coches desfasados y sin gasolina y pistolas sin balas.
En la oposición hay gente que parece que forma parte del Gobierno. Nadie se ha olvidado –todavía– de que en los debates electorales Zapatero y Rajoy no concedieron un solo segundo a la seguridad. Como consecuencia, los pederastas invaden internet, no entran en las prisiones y, cuando lo hacen, disfrutan de permisos que les permiten abusar de niñas de seis años al poco de pisar la calle. A todo esto, se calcula que antes de que termine el año habrá un secuestro cada tres días; también hay más timos y alunizajes.
 
Algún día, con un Gobierno sin mancha ni mentiras de Gal, que lava más blanco, alguien sensato se planteará para qué se hacen las leyes y a quién deben servir. Y hará leyes para que una niña llamada Mari Luz juegue en la calle sin temor a ser abducida, para que un niño llamado Yeremi no se convierta en humo, para que una niña llamada Sara Morales visite sin peligro un centro comercial. Para que un empresario no sea secuestrado porque unos chorizos se han quedado sin liquidez.
 
Que no puedan con nadie, los chorizos. Como no han podido con el hijo del Pocero, que, oigan, tiene un par.
 
Dan ganas de comprarse algo en Seseña, donde no falta lo que le sobra al caballo del Espartero, en la urba del progenitor de Francisco Hernando Jr., que los tiene bien puestos, como su padre, y ha dado una lección silenciosa, de esas que circulan de boca a oído: se vio en el fondo de un zulo, como los que fabrican estos nuevos terroristas de la miseria, y sacó redaños para poner en fuga a los cobardes.
 
Seseña, el residencial de los Pocero, los jardines con la estatua de los abuelos y el avión que Paco presta para que traigan a una chica con hipersensibilidad química se han convertido en una bandera de la resistencia cívica. El residencial de Seseña es la bandera del Pocero, el primer lugar donde Paco junior hizo retroceder a las huestes de la banda de Rodríguez Pueyo y el presunto primo de Rajoy. Olé tu coraje, macho. En esta sociedad tan blandita, quieren desmerecer tu gesto, pero con gente como tú no pueden los delincuentes. Lástima que saliste herido, aunque dicen que tienes la cabeza dura y el ánimo resuelto. Enhorabuena.
 
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Un error de un juez con resultado de muerte, la de la niña Mariluz, puede solventarse con una multa de 1.500 euros. Un error de los llamados "insalvables", presuntamente cometido por un periodista, y toreado por lo civil, no se escapa por menos de 70.000 euros, en este país de periodistas mileuristas. La ley mordaza se extiende mientras llaman a la crisis "recesión momentánea". Ahí está el helado Solbes, que ya tuvo déficit con el Gobierno de González, cuando Amedo jugaba a policía de Madeleine queriendo contar a verdade da mentira.
 
Algún día habrá un político sensato, uno que no sea como el Trillo que dice que el debate de la cadena perpetua es inútil. Uno que se plantee que no es útil tener a alguien en libertad vigilada durante veinte años. El Gobierno acaba de inventar la cadena perpetua de la libertad vigilada. Tontadas de tiempo de crisis, mientras los presos que revientan las cárceles salen a la calle en contra de la opinión de las juntas de tratamiento...
 
En estas juntas están los que siguen a diario el comportamiento de los reclusos. Ellos informan, por ejemplo, de que no es adecuado soltar, ni siquiera por un fin de semana, a tal preso; pero entonces, a veces, sale un juez de vigilancia penitenciaria, el que ha puesto en libertad a Rodríguez Menéndez, por ejemplo, y hace valer su voto de calidad y lo deja libre. Precisamente el presunto asesino del joyero de Leganés es un criminal que no debiera haber salido de la cárcel.  (Los joyeros son los jornaleros de la alhaja. En este mundo del consumo disparatado, un joyero es alguien que se la juega por seguir viviendo. Una tienda de joyería suele tener objetos en depósito: metales preciosos, relojes, piedras preciosas, mercancía sostenida por el profesional, que se la juega cada vez que se abre la puerta de su comercio).
 
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Ante la gravedad de la situación, los grandes almacenes de bricolaje han puesto en oferta la habitación del pánico. Especial para empresarios y amantes del chalet unifamiliar. Cuesta entre 30.000 y 300.000 euros. Se suelen disimular en un armario o bajo el hueco de una escalera. Está blindada, tiene línea telefónica fija, fax, internet, GPS, móvil, control de cámaras, dispositivo de cierre o apertura a distancia, también cerveza y nevera. Ya ha habido casos de ladrones atrapados en el chalet que pretendían asaltar mientras las potenciales víctimas se refugiaban en su búnker.
 
La habitación del pánico es un producto para un público exigente, convencido de que en España los delincuentes salen a la calle como cuando el crimen de la calle Fuencarrall, por lo que se hace preciso invertir en protección. Los políticos pagan más a los agentes de tráfico que a los guardias de asalto, y desoyen por sistema las lágrimas de los Cortés por la niña Mariluz, las blasfemias por la carrera delictiva de treinta años de Rodríguez Pueyo, las preguntas por la fuga inverosímil de Rodríguez Menéndez y el llanto miserere por los desaparecidos.
 
Llamen ustedes a Bricor, o a Leroy Merlin. Quizá ya haya ofertas interesantes para independientes y urbanizaciones. Que incluyan un montaje tan rápido como el que transforma la bañera en ducha para impedidos. En pocas horas, el búnker anticrisis listo para acogerle, a usted y a su familia. Con la seguridad, no resbale.
 
 
FRANCISCO PÉREZ ABELLÁN, presentador del programa de LIBERTAD DIGITAL TV CASO ABIERTO.
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