L D (EFE) Antes de comparecer en el Senado ante la Comisión de Trabajo y Asuntos Sociales, Murillo defendió la conciliación y el equilibrio entre la presunción de inocencia y la no violencia en el acto de declaración, que "es fundamental de cara a que ninguna niña tenga que repetir este suceso".
Por su parte, el Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, Pedro Núñez Morgades, afirmó que el hecho de que una de las niñas no pudiera asistir el miércoles a declarar y otras tuvieran que hacerlo de espaldas cuestiona por completo la decisión del juez de que estuvieran presentes en la sala.
"No sólo ya con la mampara, porque todo el mundo habla de la mampara –agregó Morgades–, pero no es elemento suficiente para preservar la intimidad y la propia seguridad de las menores. Hay que acudir a métodos mucho más completos, puesto que esa mampara puede ser fácilmente sustituida por una manifestación del agresor, como toser, indicando que está al otro lado, por tanto [puede] afectar psicológicamente a las menores o inutilizar su declaración".