Estaciones de esquí

Tomarnos unos días y recuperar el placer por la montaña es una cuestión de ánimo… Todavía podemos tomar la decisión. Te damos unas ideas.

 

 

"Todo bajo el Sol" y "Sol y Nieve": dos reclamos perfectos para esta estación, la más alta de España (3.300 metros), la de mayor desnivel de pistas (1.182 metros) y la más meridional de Europa. Otro aliciente es el ambiente animado, aparte de la poca distancia que hay de la costa granadina.

 

En familia o con amigos, es un lugar perfecto: pistas para todos, nieve estupenda y un tiempo increíble. La pista El Río está considerada la Gran Vía del esquí español: es animada y muy fácil; sin duda, la idónea para los que se han atado unas fijaciones por primera vez.

 

Como El Río, pero no tan amplias, son La Perdiz, Maribel, Montebajo y El Águila. Para los avanzados están Zorro y Rebeco. Desde aquí, en plena acción, los esquiadores pueden tirarse por el vertiginoso tubo del Veleta. Desde los 3.300 metros, cerca de la cima del pico, es mejor no lanzarse si no se es un experto. Puede que no sea un paisaje espectacular, pero el gusto de bajar por el barranco de San Juan o por los Tajos de la Virgen es un placer que se basta a sí mismo.

 

– Hotel Monachil (958 48 14 50). Pradollano, s/n. El toque tirolés le concede cierto encanto. Muy cómodo y práctico, lo justo para las exigencias de los esquiadores. Precio: desde 171 euros.

 

 

 

Durante años fue la sede oficial del glamour peninsular durante el invierno. La Familia Real, y un buen número de famosos que se comportan a la altura de las circunstancias, son sus clientes habituales, aparte de unos cuantos personajes "anónimos" con una cartera más bien cargadita. Ahora han cambiado las caras, pero para muchos la presencia aquí sigue siendo obligada. Baqueira presume de ser la estación más grande del Pirineo español: ocupa más de 900 hectáreas.

 

Quienes tengan más experiencia, busquen sol y unas vistas espectaculares tienen que ir a las pistas de La Llança, Montanyó y Bonaigua. Los más atrevidos no tienen de qué quejarse: Baqueira posee pistas bastante difíciles, como Tubo Nere o Luis Arias, aunque el más desafiante de todos los itinerarios es el Escornacabres, cuyo nombre lo dice todo. Los principiantes y esquiadores tranquilos pueden deslizarse por las lomas suaves del Tuc de Dossau, Pla de Beret o el Clot der Os, remodeladas hace poco.

 

 

 

 

Todo el que puede llega hasta aquí. Algunos incluso presumen de ello sin haber pasado más de unas horas. Saint Moritz es refugio de ricos y escondite de vividores.

 

Deslumbrante, cara y de moda, a pesar del paso del tiempo, Saint Moritz es la estación más exclusiva de Suiza. Ideal para ir de tiendas y dejarse ver en sus elegantes y lujosos cafés, hoteles y restaurantes.

 

Sólo aquí se practica el cresta run, que consiste en lanzarse por un tobogán boca abajo y con la cabeza hacia delante.

 

Después de todo un día de esquí o de tiendas, lo más reconfortante es darse baños en las aguas carbónicas o de vapor, o masajes y lodos en alguna de las excelentes instalaciones termales de la zona.

 

Aparte de pistas ideales para esquiadores avanzados, Sant Moritz ofrece la posibilidad de practicar esquí fuera de pista a través del glaciar Diavolezza, la mejor opción para vivir emociones fuertes, y de los bosques de Morterasch, cuyos paisajes merecen asimismo un paseo.

 

Los principiantes tienen poco que hacer en esta estación, ya que está encajada en un valle estrecho y profundo, sin posibilidad de descensos suaves. Las actividades après-ski son también muy recomendables: carreras de caballos y de perros, golf y cricket sobre hielo, bobsleigh, recorridos en trenes…