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ARRIBES DEL DUERO

El gran desconocido

Entre España y Portugal existe un lugar desconocido para muchos: el Parque Natural de los Arribes del Duero. Miguel de Unamuno la tenía por una de las más bellas zonas de nuestra geografía, y llegó a pedir a Dios que alguien lograse sacar "a flor de vista" las "hermosuras enterradas" en ese "rincón casi abandonado".

Entre España y Portugal existe un lugar desconocido para muchos: el Parque Natural de los Arribes del Duero. Miguel de Unamuno la tenía por una de las más bellas zonas de nuestra geografía, y llegó a pedir a Dios que alguien lograse sacar "a flor de vista" las "hermosuras enterradas" en ese "rincón casi abandonado".
Vista general de Fermoselle.
¿Los o las Arribes del Duero? Buena pregunta, cuya respuesta varía en función de quién la conteste: "las", dirá un salmantino; "los", un zamorano. Otra buena pregunta: ¿cómo una zona tan hermosa se encuentra tan olvidada y alejada de los circuitos tradicionales de turismo? Se nos ocurre responder que quizá hayan contribuido a ello la falta de publicidad y promoción por parte de las autoridades.
 
Técnicamente, el Parque Natural de Arribes del Duero comprende 37 municipios. Es un espacio, un profundo barranco excavado por el Duero, que Zamora comparte con Portugal y Salamanca
 
Empecemos por Zamora, donde el Duero, tras unir sus aguas con las del Esla, llega a la frontera con Portugal. Estamos en las tierras de Aliste y Sayazo: pequeños pueblos con encanto se funden entre sí como si de castros celtas se trataran. Fariza, Fornillos, Mármoles, Villardiegua… hasta que damos con la villa de Fermoselle, capital natural de los Arribes.
 
Declarada conjunto histórico-artístico, merece la pena perderse por sus estrechas y empinadas calles y contemplar los restos de su recinto amurallado. Parece que el tiempo se detiene. Un remanso de paz y tranquilidad. Como decía Unamumo, Fermoselle está "encaramada sobre peñascos cual para ver cómo se abrazan Tormes y Duero".
 
Fornillos de Fermoselle merece una parada. Con apenas 100 habitantes, nos podemos alojar en La Casa de los Arribes, un centro de turismo rural donde practicar actividades relacionadas con el medio ambiente y empaparse de las costumbres del lugar. Abismos, acantilados, desfiladeros, precipicios de 300 metros de altura, cascadas que se suceden a lo largo de 200 kilómetros y cursos de agua encajonada en extensos y profundos cañones convertidos en una verdadera garganta geológica cuyos desniveles suministran energía eléctrica a la comarca... Todo eso hay por aquí. No está nada mal, ¿verdad?
 
Este pantano se encuentra en las proximidades de Fermoselle.Villarino es el primer pueblo de los Arribes salmantinos. De aquí hasta Aldeávila de la Ribera, el cañón fluvial alcanza su máxima profundidad. Su embalse, el de Almendra, considerada la obra hidrológica más avanzada de este siglo, es un reclamo para aquellos que quieran practicar el windsurf.
 
La flora es rica y la fauna, variada. Abundan los cultivos de olivo y de vid, los almendros y los cereales, especialmente el centeno. En cuanto a las aves, hay buitres, águilas reales y perdiceras, cigüeñas negras –en peligro de extinción (nidifica aquí)–, alimoches o halcones peregrinos...
 
El clima es suave, casi mediterráneo. La sabiduría popular afirma que los inviernos y los veranos son más suaves a medida que nos acercamos al río.
 
Parece contradictorio que las bondades del Duero se hayan convertido en muros que han separado a españoles y portugueses durante muchos años, en barreras infranqueables y cobijo para contrabandistas. Menos mal que la belleza no sabe de pasaportes.
 
Este paisaje espectacular se puede disfrutar tanto desde tierra firme como desde el propio río. El crucero que parte del embarcadero de Miranda do Douro es de grandes dimensiones, y está acondicionado para evitar ruidos y, así, no perturbar el hábitat de las especies.
 
Los dólmenes, berracos, iglesias, castros celtas, castillos, molinos, fraguas y palomares dan fe del paso del tiempo y reflejan episodios de la historia del lugar.
 
No podemos olvidar las bodegas a modo de cueva, enterradas bajo tierra, típicas de Fermoselle. Los viticultores de por aquí, a través de la Asociación de Vino de la Tierra Arribes de Duero, llevan bastante tiempo reivindicando que se les conceda la denominación de origen. Por ahora han conseguido el marchamo de "Vino de Calidad de Arribes".
 
Echaremos el cierre recurriendo, de nuevo, a Unamuno: "España está, en gran parte, por descubrir". Intentemos que esta frase no se convierta en un tópico.
 
 
Dónde dormir
Hacienda Unamuno. Carretera Zamora-Fermoselle, kilómetro 56, Fermoselle. Teléfono: 902 109 902.
– Casa del Hinojo. Ayuntamiento, 12, Pozo del Hinojo. Teléfono: 923 16 92 88.
– Casa Villares. Santiago Sevillano, 46, Villares de Yeltes. Teléfono: 923 51 94 21.
Quinta de la Concepción. Carretera Hinojosa- Saucelle, kilómetro 9’7, Hinojosa de Duero. Teléfono: 923 51 30 70.
 
Dónde comer
La Casa de los Arribes. Calzada, 4, Fornillos de Fermoselle. Teléfono: 980 56 42 30.
– La Venta de los Arribes. Carretera Zamora-Fermoselle, kilómetro 54 (cruce de Fornillo). Teléfono: 980 61 35 36.
 
Más información
www.jcyl.es
www.arribes.net
www.europarques.com
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