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CHUECADILLY CIRCUS

El fitness democrático de Alcaraz

Lo mejor de las protestas de la AVT es que unen a gentes de buena voluntad de cualquier isla u orilla de eso que los cursis denominan espectro político. Una vez más, la causa de las víctimas, que no victimistas, del terrorismo consiguió juntar en la misma cama política a algunos de mis chicos favoritos. Los de siempre y algún recién apeado del vagón mariprogre. La libertad bien vale una mani.

Lo mejor de las protestas de la AVT es que unen a gentes de buena voluntad de cualquier isla u orilla de eso que los cursis denominan espectro político. Una vez más, la causa de las víctimas, que no victimistas, del terrorismo consiguió juntar en la misma cama política a algunos de mis chicos favoritos. Los de siempre y algún recién apeado del vagón mariprogre. La libertad bien vale una mani.
Alcaraz y Ortega Lara, en la manifestación del día 24.
"Cómo no voy a estar aquí, si éste es un partido rosa, y además de Rosa". Así se expresaba el escritor y homoseñor Álvaro Pombo, feliz junto a Rosa Díez y Napoleonchu Buesa tras la pancarta de UPD, el partido fundado por algunos izquierdistas hartos de que el progresismo liberaloide de toda la vida sucumba a la razzia zapaterista, más temible que las huestes de Atila y más devastadora que las tropas del moro Almanzor.
 
Ignoro las razones que habrán llevado a Pombo a ponerse al frente del evento político más incorrecto y transgresor de nuestros días, aunque sospecho que algo tendrán que ver nociones como intolerancia, discriminación y rebeldía, sobre las que vuelve una y otra vez en su magna producción literaria (Los delitos insignificantes y Contra natura son dos magníficas obras que no releeré, aunque siempre recomendaré). Su "hasta aquí hemos llegado" por el que nada pide y a no poco se arriesga, es cuanto menos encomiable. Pura hombría de bien.
 
Frente a la gallardía del novelista está la doblez de los que, en el caso de que Rajoy consiga hacerse con las llaves de La Moncloa, afilarán sus plumas emponzoñadas y agudizarán su prostituido ingenio para denunciar los errores de ZetaP y clamar por el fin de tanta ignominia. Y, como siempre, no faltarán quienes salten en caída libre desde sus despachos de Génova 13, prestos a regalar a los conversos a cuenta del Presupuesto. Perdonar es de sabios, pero sólo los tontos olvidan la fecha, así que espero que, a partir de marzo, a ningún  morador de la sede nacional del PP le falten los rabos de pasa.
 
En el centro de la imagen, A. J. Chinchetru y Daniel R. Herrera.A falta de féminas (ya se sabe: hijos, marido y otras bienaventuranzas), asistí a la manifa pegado a un grupo de heterorros y margolianos pata negra, entre los que se contaban algunos rostros familiares para el lector eledero, como A. J. Chinchetru –el Chincheta en sus tiempos mozos– y Daniel Rodríguez Herrera, el computer freak más dicharachero del orbe. Junto a ellos, Joe Mary y David Adael (¡feliz Janucá!). Entre las celebrities avistadas, una Mamen Gurruchaga enmelenadísima y panterina y un José María Marco que lucía su pecho de lobezno a pesar de los cero grados al sol que marcaban los termómetros. Su recia figura no pasó inadvertida a una tal Consuelo, copera de pro y discípula predilecta de Sherezade, que, a base de promesas de opíparos manjares en Lhardy o algún otro local del estilo, se las arregló para abducir al albino de oro de la derecha española. Armas de mujer.
 
Por lo demás, buen rollo y caras bonitas (y ameno after mani en un pub irlandés); y divertidas y ocurrentes referencias al presidente y a la emisora de los obispos en los eslóganes y pancartas homemade: los entrañables "Zapatero, vete con tu abuelo" y "España es cristiana, no musulmana" de otras manifas no pudieron hacer nada ante el empuje del zarzuelero "Federico, no cierres el pico".
 
También me crucé con un par de vecinos, ella guapísima, él también si no fuera por las orejas de soplillo. Miraron pero no saludaron, probablemente taken aback –más que sorprendidos– de verme allí. Don’t judge a book by its cover, o lo que es casi lo mismo: las apariencias engañan, especialmente si son de progre.
 
Lo que a nadie se le había escapado era el aire de soltería que en los últimos tiempos lucía Aznar. No reproduciré las maldades gongorinas que he tenido que escuchar a cuenta de su media melena porque me parecen bastante surrealistas, aunque sí les confesaré que, a juzgar por el estupendo look que la Sra. Botella gasta últimamente, pensé que lo de la ex pareja presidencial no era el augurio de una separación anunciada, sino más bien lo contrario, una segunda o tercera luna de miel como la de tantos matrimonios que, tras años de alejamiento –niños, trabajo, ambición...–, una noche se cruzan en el pasillo y se dicen eso de "Yo a ti te conozco".
 
Todavía resuena en mi cabeza aquel comentario garbancero del que fuera presidente de Cantabria, Juan Hormaechea, a cuenta de la honestidad de Aznar: "¿Quién se puede fiar de un tío que sólo se acuesta con su mujer?". Pues uno que sólo se acuesta con su novio cuando lo tiene, por ejemplo.
 
El santanderino no se fue de rositas tras su desliz machista, que diría ZetaP. Apuesto lo que quieran a que su defenestración, ordenada por Aznar y ejecutada, según los rumores, por Isabel Tocino con la serena frialdad de la que sólo la Obra es capaz, fue aplaudida por millones de mujeres en toda la nación. Obras son amores, y no buenas razones, ni malas leyes contra la llamada violencia de género (sólo hay algo peor que la indecencia: la simpleza).
 
Puestos a honrar a las víctimas, de ETA o de la impotencia, cabe recordar que el sábado 1 de diciembre se celebra (sic) el Día Internacional contra el Sida, una enfermedad que, a pesar de los cócteles farmacéuticos y las costosas campañas de prevención, resurge de sus cenizas, en realidad brasas mal apagadas, especialmente entre los más jóvenes y los inmigrantes.
 
Veteranos de la causa me cuentan que los expertos europeos están convencidos de que el enfoque festivo y desenfadado de algunos anuncios institucionales no hace sino banalizar la enfermedad y frivolizar el sexo entre adolescentes. Si a esto le sumamos la desinformación y los hábitos de buena parte de los nuevos europeos procedentes del Tercer Mundo, que constituyen ya el 25% de todos los nuevos casos de infección, el panorama resulta bastante desalentador.
 
Algunos echan de menos la seriedad de organizaciones como FASE (mencionan la discreta pero eficacísima labor llevada a cabo por la infanta Elena) y reclaman mayor rigor a la hora de repartir subvenciones entre algunas ONG, que más que a la asistencia se dedican al mariprogresismo. Escándalos como el de Carlos Biendicho, el de la "plataforma gay popular", en Zaragoza, y el del malogrado grupo Ciempiés, en Madrid, no deberían repetirse. Que Dios, y el ministro, los escuche, aunque me temo que al primero le sobra el trabajo y el segundo está más ocupado en promocionar granjas de embriones y a quienes proclaman que el aborto es el no va más en métodos anticonceptivos. Cualquier parecido con el juramento hipocrático se me antoja mera coincidencia.
 
Pero para víctimas, las del fitness y virtudes afines, reunidas en la fantástica fiesta organizada el jueves en la sala Kapital por el gimnasio más guay de Madrid y Alicante, Holiday Gym, fundado hace veintitrés años por el simpático Luis Guerra. Algún día el bueno de Emilio J. González ,o algún otro, se tomará la molestia de escribir la historia de este hábil empresario, hijo de la emigración económica a Suiza, hombre hecho a sí mismo, papá ejemplar, marido cariñoso y amigo de los perros y de la naturaleza. Una biografía que debería ser un texto de lectura obligatoria para todos los aspirantes a hombres y mujeres de negocios.
 
Aparte de la sala VIP, repleta de artistas, famosillos y demás personajes sin oficio ni aparente beneficio a los que las maricultas solemos mirar por encima del hombro y, por qué no decirlo, también con cierta envidia, las almas de la fiesta fueron Ana Loarte, adjunta a la dirección general, la grácil, neumática y siempre encantadora vedette Malena Gracia, que si fuera neoyorquina ya se habría comido el mundo, y las coreografías de los instructores y bailarines de aerobic, funk y salsa, cuyas cabriolas sobre el escenario fueron jaleadas por un público entusiasta y agradecido ("La de kilos que he perdido desde que voy al gym... de no ser por el Holiday, ahora andaría en silla de ruedas"). La familia que suda unida permanece unida. Así que estas Navidades regalen salud, regalen Holiday.  
 
 
Enquire within: chuecadilly@yahoo.es
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