L D (EFE) José Antonio Méndez (21 años), Johan Smith Calderón (20) y Sandy Benítez (21), que han sido considerados culpables de un delito de asesinato con traición, tendrán, además, que indemnizar a los padres de la víctima con 190.000 euros, según recoge la sentencia.
Previamente (el 15 de abril), el jurado popular encargado del caso determinó que los tres jóvenes dominicanos eran culpables del asesinato del estudiante colombiano, mientras que declaró no culpables a tres jóvenes ecuatorianos.
Entre los agresores de Tapias se contaban otros dos dominicanos, los menores Jeury D. y Leonel Parménides R. (alias Pavel), que ya fueron condenados a ochos años de internamiento –la máxima pena que contempla la Ley del Menor– y a otros cuatro en libertad vigilada.
Las penas impuestas a los asesinos de Tapias son inferiores a las solicitadas por las acusaciones, particular y pública (ésta, ejercida por el Ayuntamiento de Barcelona), que reclamaban 20 años para cada uno de los tres. Las defensas, por su parte, reclamaron las penas mínimas (15 años).
En la sentencia se considera que el grupo conformado por los cinco dominicanos, que iban armados, rodearon a Tapias y a un amigo de éste a la salida del instituto donde éstos estudiaban, el Sant Josep de Calassanç, y que uno de ellos (no se especifica cuál) asestó al primero una cuchillada.
En la sentencia se considera que el grupo conformado por los cinco dominicanos, que iban armados, rodearon a Tapias y a un amigo de éste a la salida del instituto donde éstos estudiaban, el Sant Josep de Calassanç, y que uno de ellos (no se especifica cuál) asestó al primero una cuchillada.
Asimismo, se considera probado que los acontecimientos que desembocaron en la muerte de Tapias se originaron dos días antes, el 26 de octubre de 2003, cuando José Antonio Méndez y Pavel, que se encontraban cerca de la discoteca Caribe Caliente (Collblanc), fueron agredidos por un grupo "que ellos creían pertenecían a la banda de los latin kings", según se lee en el escrito judicial.
La juez que ha dictado la sentencia, Elena Guindulain, considera que existía un "acuerdo o decisión conjunta de los acusados" para causar la muerte Tapias, y afirma, a la hora de imponer la pena, que hay que tener en cuenta "el gravísimo hecho", pero también que "se trata de acusados jóvenes y sin antecedentes penales".