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TIEMPO LIBRE

De setas

El otoño es el “tiempo” por excelencia para coger setas. Encontrar las mejores, distinguir las buenas de las que no son aptas para el consumo y preparar los mejores platos son tareas que ocupan a toda una legión de buscadores, que pasean por los bosques y prados de diversas regiones.

El otoño es el “tiempo” por excelencia para coger setas. Encontrar las mejores, distinguir las buenas de las que no son aptas para el consumo y preparar los mejores platos son tareas que ocupan a toda una legión de buscadores, que pasean por los bosques y prados de diversas regiones.
La falta de lluvias en verano nos asegura una pésima temporada. Sin embargo, los verdaderos aficionados a la micología siempre guardan una dosis de optimismo. Pocas, de buena calidad y con "no mucho dominguero". La literatura mantiene una magia que ayuda a fomentar la afición. Son tesoros rodeados de leyendas y magia que cada día llaman más la atención de miles de amantes de la naturaleza. Ya los griegos y romanos descubrieron los "placeres" de las setas, aunque durante la Edad Media los llamados "corros de setas" se relacionaron con sitios oscuros y malignos dedicados a los rituales de brujas y magos.
 
Para recoger la mejor "cosecha" de setas y champiñones hay que salir cuando todavía no se ha levantado el rocío. Los elementos indispensables son la navaja y la cesta de mimbre (que ayuda a que las esporas salgan por las rendijas del cesto y se esparzan por el bosque). Pero lo fundamental debe ser una buena dosis de paciencia y respeto: paciencia para saber buscar y respeto por el lugar en que nos encontramos. La propiedad privada también hay que respetarla, y el dueño de una finca tiene prioridad sobre su producción. Eso que parece tan evidente no siempre se tiene en cuenta.
 
Como hay muchas especies venenosas, entre las que destaca la temible Oronja Verde (Amanita Phalloides), que mató al emperador Claudio, lo normal es que la "cosecha" se lleve al farmacéutico para que verifique que las setas recogidas son comestibles. Por el contrario, lo más apreciado por los "micófagos", que así se llaman los amantes y degustadores de setas, son los Boletus Edulis, un hongo de sabor húmedo y exquisito que debe comerse fresco si se quiere apreciar todo su aroma. Nosotros sólo te damos unos destinos.
 
 
NAVARRA Y PAÍS VASCO
Muchos son los que opinan que el País Vasco es una de las mejores zonas para "recolectar" este producto otoñal, principalmente las provincias de Álava y Guipúzcoa. Sin embargo, en Navarra la calidad y la cantidad es mayor. Aquí destacan las tierras de Aralar y las laderas pirenaicas que albergan los pueblos de Aldaz, Baráibar, Zilbeti, Isaba, Ochagavía, Vera de Bidasoa y Echalar.
 
En las ferias de Alsasua tiene especial importancia, desde hace más de tres décadas, la exposición micológica de Guru-Etxea, que reúne todos los años más de 300 clases de setas. Lo más conocido en Navarra son las especies de "boletus", conocidos popularmente como "hongos", aunque tampoco falta la Amanita Phalloides, presente en robledales y hayedos, y la Entoloma Lividum (Seta Engañosa), que también es muy tóxica.
 
 
SORIA
Aparte del níscalo, son muchas las especies comestibles que se pueden encontrar aquí. Son muchas las familias que se ganan un "segundo jornal" recogiendo hongos, níscalos o setas de cardo, que una vez vendidos suponen sustanciosos ingresos. Por eso, cuando llega el otoño, lo normal es ver desfilar a expertos buscadores desde primeras horas de la mañana con la cesta en la mano.
 
La zona de los Picos de Urbión, con Duruelo de la Sierra, Covaleda, Salduero, Vinuesa, Molinos de Duero y Navaleno, es riquísima en la producción de Boletus Edulis... y en belleza paisajística. Y es que pocos placeres hay comparables a buscar setas en el entorno de la Laguna Negra. Otro paraje de gran riqueza micológica es la Paramera: en los alrededores de Medinaceli hay gran cantidad de setas de cardo.
 
– Dónde Alojarse: Real Posada de la Mesta (975 378531). Molinos de Duero. Un sitio donde podrá aprender todo lo relacionado con el mundo de las setas.
Stop-Stress (975 21 39 40) o Receso (975 21 50 23) tienen buenas ideas para conocer la provincia. Para una información más general, el Centro de Naturaleza de Isana (Matamala de Almazán; 975 31 24 46).
 
 
CATALUÑA
Otra de las grandes regiones "veteranas" en la búsqueda de setas es Cataluña, que además organiza abundantes exposiciones, incluso una muestra, la Fira de Bolets, en Mataró, a principios de noviembre. Jornadas, semanas gastronómicas y cursillos se suceden durante la temporada otoñal, y todas las comarcas boscosas se ven asaltadas materialmente por cuadrillas y familias de buscadores de "bolets".
 
Destacaremos tres rutas. La primera nos lleva a pueblos como Camping y Sant Celoni: es el Montseny (Barcelona). La segunda, alrededor de la Alta Garrotxa (Gerona), en los alrededores Sant Salvador de Bianya, Molló y Sant Pau de Seguríes. Por último, el Pallars Sobira (Lérida), que dispone de los mejores bosques para encontrar setas en Lladorre, Alins y Esterri de Cardós.
 
Centro de Educación Ambiental de Santa Marta. Vilagrau, Barcelona (93 884 80 94 / 91 31). Dentro del parque de Montseny. Con una información muy válida. Excursiones creadas expresamente para grupos por encargo.
 
 
MÁS
– Si queremos ir a la Sierra de Aracena (Huelva) e introducirnos en uno de los bosques mágicos de Andalucía, Doñana Aracena Aventura (959 127045). No sólo se nos enseñará a coger setas, también a respetar y conocer nuestro entorno.
 
El Canto del Gallo (Ranedo de Curueño, León; 987 741 184) es un lugar mágico y con un ambiente muy agradable. Doce plazas. Tres días de curso por 75 euros. Alojamiento por 59 euros. Naturaleza en estado puro.
 
– Para urbanitas que tienen poco tiempo y pueden escaparse unas horas de la oficina: Escuela Peñín de Cata (Arga, 11, Madrid; 91 411 94 64). Quince horas y 110 euros. Un modo más sofisticado y vinculado al mundo de la gastronomía.
 
– Para evitar males mayores al ingerir alguna seta tóxica: Instituto Nacional de Toxicología (91 562 04 20).
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