Con tanto folleto paradisíaco y paquete turístico, todo incluido, la cultura maya parece un tanto enterrada. Sin embargo, merece la pena recuperar la historia para disfrutar de este destino. Dicen que esta tierra tuvo en la antigüedad otros nombres. Y es más, parece que el verdadero fue Mayab, que significa “lugar de poca agua”. Pero yo me quedo con la historia que cuenta que Yucatán procede del nombre con el que los españoles bautizaron al lugar. Los mayas, ante sus preguntas, respondieron uh yu uthaan, que significaba “oye cómo hablan”. Este malentendido provocó que los españoles entendieran Yucatán, pensando que era el nombre del lugar. Posiblemente no es del todo cierto, pero la leyenda no deja de tener ese punto de demencia necesario para ser un éxito.
De clima tropical, con lluvias en verano, el estado de Yucatán está compuesto por 106 municipios. Uno de sus reclamos turísticos: los restos de la cultura maya, que salpican varias de estas ciudades mejicanas. Y otro: las playas de arena finísima y tan blanca que casi deslumbra. La música de los mariachis ameniza una estancia en un lugar sorprendente y paradisíaco.
Cancún, ese destino vendido por activa y por pasiva en todas las agencias, es una de las propuestas más asequibles para tener una primera toma de contacto con el mundo maya. Cuando se pasea por sus complejos hoteleros de lujo, uno se da cuenta de haber elegido un destino donde el descanso y las compras de recuerdos en los mercadillos están aseguradas. Y con un mar turquesa de fondo guardando nuestros sueños.
Los camareros reflejan en sus rostros ciertos rasgos de la antigua civilización maya de sus antepasados. Un pueblo que posee no sólo los rasgos físicos de esta cultura –esa mirada oblicua en rostros aceitunados y coronados con narices aguileñas- sino también el saber guardado de varias generaciones y muchos secretos que desvelar. Todo amparado con sus ritos prehispanos, camuflados con ciertos toques europeos y cristianos.
De hecho, más de siete millones de indígenas centroamericanos son descendientes directos de aquel estado maya, ya en decadencia cuando los españoles desembarcaron en las costas de Yucatán. Fueron sus antepasados los que construyeron los complejos templo-pirámides de Uxmal, Tulum o Chichén Itzá, que resultan tan impresionantes como enigmáticos y que encierran saberes de matemáticas, arte, astronomía, arquitectura y medicina. Todo un compendio enciclopédico muy avanzado para la época. Y algo muy sorprendente: no conocían ni la rueda ni el horno de alfarero.
El misterio es el rasgo dominante de los mayas, de los que sólo quedan los monumentos que erigieron, pero de los que se desconoce su historia completa. Lo único que se ha podido descifrar son numerosas fechas escritas en sus templos ya que el calendario maya se correlacionaba con el cristiano. Quizá el tiempo aclare y disipe la niebla que empaña esta parte de la historia. Y ya en el interior de Yucatán, hay que visitar Chichén Itzá, que reúne las más famosas ruinas mayas de México. La Pirámide Mayor o Castillo es el edificio más emblemático, con símbolos cosmológicos y una perfección que se escapa de los cánones de antaño. Es aquí donde aparecen nuevos misterios representados en metáforas como el cenote o pozo sagrado, el Convento, el Observatorio, el Juego de la Pelota o el Templo de los Guerreros. Este fue el lugar escogido por el dios Quetzalcóatl-Kukulcán y donde se rindió culto a las divinidades del agua. El misterio aún perdura…
Y a continuación, se encuentra la capital de Yucatán: Mérida. Esta preciosa ciudad colonial fue fundada en el siglo XVI sobre la antigua población maya de Ichcanzihó, también conocida como T'ho, la ciudad blanca. Esta encantadora y acogedora población fue bautizada por los conquistadores con el mismo nombre que la ciudad extremeña de Mérida, al recordarles sus edificios a las ruinas romanas de este rincón de España.
De ahí a comenzar su transformación hacia una ciudad peninsular no pasó mucho tiempo. La Plaza Mayor presidida por la Catedral de San Ildefonso, la más antigua de México, trajo consigo también el establecimiento del Convento de las Monjas, donde las hijas de los conquistadores eran educadas. Sin olvidar el mercado municipal, el Palacio del Gobierno y el Paseo de Montejo, señorial donde los haya.
Si esto nos parece poco, a 70 kilómetros de Mérida se encuentra Uxmal, el lugar de mayor importancia a nivel arqueológico. La Pirámide del Adivino, el Cuadrángulo de las Monjas y el Palacio del Gobernador son algunos ejemplos de su riqueza artística. Merece la pena tomar el camino que lleva hasta Kabha, donde los arqueólogos han hallado el Palacio de las Máscaras, cuya fachada cuenta con más de 250 máscaras del dios de la lluvia, Chac. Y muy cerca se pueden visitar las excavaciones de Labná, Sayil y Oxkintok, una ciudad que ha sido excavada y en la que bajo la selva ha aparecido un laberinto, el Santunsat, fue aquí donde los mayas centran el origen de la Humanidad.
Y tampoco se puede perder de vista Tulum, donde los caminos empedrados antiguos se mantienen y le confieren ese sabor arcaico tan bien integrado con el paso del tiempo. Su castillo parece jugar con el acantilado y hacer caricias a un mar que le confiere una personalidad única. Además, sus precios todavía no se han disparado.
Si se quiere llevar algo típico de la zona, se recomienda acercarse a los mercados que existen en casi todos los pueblos de México. Entre las compras más aconsejables se encuentran las joyas de plata, los productos elaborados con mimbre y carrizo o los textiles y bordados. Y aquí sí se acepta el regateo, mal visto en tiendas.
Modernidad y tradición conviven en Yucatán. El progreso se complementa con la sabiduría indígena que se ha transmitido de generación en generación y que ha creado todo un vasto saber popular de hondo calado entre la población. Asistir a los imponentes monumentos mayas entre una selva en la que habitan cocodrilos, tortugas o manatíes es una experiencia cuanto menos chocante, al ser un territorio tan explotado, como virgen.
Cómo llegar:
Aeroméxico tiene vuelos a Cancún a precios asequibles. American Airlines llega hasta aquí con escala en Miami. Con Mexico D.C. existen excelentes tarifas por parte de British Airways o Air France. Si se decide ir con un viaje organizado: Catai Tours, especializado en la Ruta Maya.
Dónde dormir:
- Hyatt Regency Cancun. www.cancun.regency.hyatt.com Tlf. +52 998 891 5555. Blvd. Kukulcan, km 8,5. Cancun. Quintana Roo. Desde España se puede conseguir información en el teléfono:91 402 12 34.
- Ritz Carlton Cancún. www.ritzcarlton.com Tlf +52 998 881 0808. Cl Retorno del Rey, 36. Cancun. Quintana Roo
- Hotel Secreto. www.hotelsecreto.com. Tlf +52 998 877 1039. Punta Norte. Isla Mujeres.
Donde Comer:
- Villa María Hotel & Restaurant. www.villamariamerida.com. Tlf +52 999 923 3357. Cl 59 nº 553 esquina con calle 68. Colonia Centro. Merida.
- El Mesón del Bucanero. www.bucaneros.com Tlf +52 998 877 1222. Av de Hidalgo, 11. Isla Mujeres
- La Casa de las Margaritas. www.lacasadelasmargaritas.com. Tlf +52 998 883 3222. Centro Comercial La Isla. Local E-17 Blvd. Kukulcan, km 12.
Más Información
Oficina de Turismo de México . C/ Velázquez, 126. Tlf.: 91- 561 18 27.