A eso lo llamo yo tener clase (lo de la señora, claro: Als seus peus, formosa, que diría Montilla). Sin embargo, lo usual es recibir la llamada de los gabineteros de prensa ("No digas eso: ella no quiere ser mujer objeto") o tener que soportar las macarradas de alguna res brava aficionada al fustigue con cardo borriquero.
A la última me la encontré en el cuarto brunch organizado por la Asociación de Solidaridad España-Israel, fundada por un grupo de militantes socialistas para contrarrestar las calumnias antijudías de sus correligionarios gauchistas y de los falangistas, homosexuales armariados casi todos. Una noble iniciativa enturbiada por el ramalazo leninista, esa extraña variante del sadomasoquismo según Daniel Bell, de algún bocazas. Eso de llegar a una fiesta y que los organizadores te reciban al grito de "Tú aquí estás amenazado" es para echarse a temblar, así que la próxima vez acudiré pertrechado de látigo y máscara, aunque el que evita la ocasión evita el peligro. Espero que al menos me admitan una donación. El alma infecta de sado-leninismo prefiere la muerte a manos amigas que la ayuda del contrario imaginado. ¡Qué país!
El acto fue un éxito gracias a los voluntarios, que ni aspiran a una nómina de Ferraz ni babean por un chiringuito en Gobelas, a los invitados especiales (el violonchelista Eugeny Eliah Sakakushev y el pianista Vadim Gladkov) y a la presentación de la Fundación Jerusalem, dedicada a fomentar la convivencia y el entendimiento entre todas las etnias y religiones que habitan la Ciudad Santa.
Muchas caras nuevas y llamativas ausencias de varios clásicos de la causa, periodistas e intelectuales que desde éste y otros medios de "la derecha" llevan años realizando una valiosa, y por lo que veo también ingrata, labor pedagógica. El guapo hijo de un insigne miembro de la comunidad judía madrileña suele decir que, hoy, el antisemitismo o es de izquierdas o no es. En realidad, la cerrazón anida en cualquier parte, aunque abunda en la ribera zurda. Contra el recalentamiento político, malthusianismo ideológico. Mientras esto acontecía en el centro de la ciudad, Mariano, Pío, Ángel y otros se retrataban ante el mundo fundidos en un cálido abrazo. A juzgar por el look arriero de los líderes, cualquier observador extranjero pensaría que el PP es un partido trotskista, o que la conferencia política fue en realidad una convención bear (Acebes es el Chaser). Como contrapunto a la chabacana imagen del presidenciable, el smart casual de Juan Pijicosta, Alberto Ruiz-Gallardón (en su Ayto. la corrupción también depende de una subcontrata progre) y Zaplana, de verde verde limón.
"Nosotros no somos así", dirá algún panoli genovense; pero tus votantes sí, pazguato. Más te valdría tomar nota de los estupendos modelitos dominicales y callejeros de ZP. Y de paso gana las elecciones, haz un grácil corte de manga a los nazionalistas y cierra un par de ministerios. Y después te fumas un puro, honey.
A estas alturas, ni siquiera me importa que Costa bata el récord que según me cuentan estableció Cortés colocando a progres y mariprogres al frente de todo tipo de chiringuitos semipúblicos. Los tertulianos de la izquierda denunciarán la cortina de humo para tapar las vergüenzas ultras al PP, los de la derecha se rasgarán las vestiduras y José María Calleja, flamante director del diario centenario, defenderá la gestión intachablemente centrista del Gobierno popular.
En fin, haceos de miel y comeos han las moscas, uno de los refranes comestibles contenidos en La cocina del Quijote, un precioso libro escrito hace más de cien años por el aventurero Cesáreo Fernández Duro y ampliado en su reedición 21st century con las recetas cervantinas del donoso gastrónomo Miguel López Castanier, el George Clooney castizo que regenta La Taberna de Liria, situada a tiro de piedra del Palacio de Liria de Madrid.
Entre las delicias disponibles en este establecimiento finamente decorado alla rusticana, tortilla de pulpo, milhojas de sardinas, arroz con pato aromatizado, huevo con foie, steak tartar "a nuestra manera" y los clásicos bacalao al horno (o a la espalda) y solomillo al vino tinto. A los ungidos por el dios Baco les recomiendo el menú 20º aniversario (cuatro platos y sendos vinos), y a los dulceros el menú goloso (dos platos y surtido de postres). Sea como fuere, no olviden pedir la bomba de chocolate blanco y el sorbete de romero. El local posee zona de fumadores prácticamente inodora y sólo cuesta alrededor de 30 euros por comensal. Best value for money!
El ágape corrió a cargo de un amigo barcelonés en visita de negocios por la capital, a quien tras cinco días de convivencia en habitaciones separadas, y a pesar de los accidentes, puedo declarar y declaro idóneo para cualquier propuesta matrimonial y/o amatoria formulada por féminas castellanas o asiáticas. Abstenerse viciosas y l@s de siempre. Y para que no digan que soy malo y catalanófobo, también voy a felicitar a la revista Barcelona Gay, por denunciar en su último número el comportamiento de Moratinos en la Conferencia sobre Intolerancia y Discriminación contra los musulmanes de Córdoba. Mientras siete países islámicos continúan ejecutando personas por actos homosexuales, el Ministerio de AAEE excluye "la mención específica que hacían las ONGs a la discriminación e intolerancia contra minorías sexuales y de género (...) dentro de algunas comunidades musulmanas, así como la mención al pluralismo y la diversidad existentes en las mismas".
Cuando lo denuncié, pensé que, como siempre, me quedaría sólo, y que además las viles blogueras del establishment me someterían a uno de sus autos de fe antifascistas (verbigracia, estalinistas). Como contrapunto a la prensa gay catalana, la madrileña, cuyas lumbreras se dedican un mes más (ya van tropecientos) a arremeter contra Fede y Esperanza a propósito de la sentencia del 11-M y de SM el Rey:
No sé que tendrá de santo, ni de señor [Jiménez Losantos] (...) me parece vergonzoso que su secuaz, la señora Esperanza Aguirre, tuviera la poca vergüenza de pedirle al Rey benevolencia para el susodicho con la intención de ofrecerle así un programa de televisión en PPMadrid (sí, ya sé que realmente se llama Telemadrid). (Óscar Pérez, en la revista Odisea, número 121, noviembre de 2007).
Menos norias en TeleZerolo (sí, ya sé que realmente se llama Telecinco) y más lecturas, no vaya a ser que te llamen paleta. Ya lo decía Cardin: aquí cualquiera pasa de mirón colérico a semiculto de oídas, y pretende además tener criterio. Algunas no aprenden.
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