El Instituto Juan de Mariana, selecto club que agrupa a lo más granado del liberalismo de combate (y financiado con el sucio dinero de las transnacionales petroleras y otros emporios contaminantes, según dicen los progres, con su habitual estulticia), ha programado la primera Feria del Libro Liberal para la mañana del referido día en el susodicho lugar, el cañón Berta de la escuadra progresista (¡será por huevos!).
Quienes hemos publicado recientemente algún libro hostil al pensamiento socialdemócrata presentaremos nuestros trabajos, disertaremos sobre nuestra obra, firmaremos autógrafos, nos dejaremos fotografiar y, eventualmente, besar y abrazar, desestimaremos ofertas románticas y, en definitiva, pasaremos un rato entrañable con los lectores que quieran tomar parte de tan extraordinario acontecimiento, el primero de tales características que se celebra en España. Asistirá lo más granado del liberalismo patrio, desde D. Jesús Huerta de Soto hasta un servidor, pasando por José María Marco, Carlos Rodríguez Braun u Horacio-Vázquez Rial. Va a ser algo parecido a las convenciones que celebran los conservadores en EEUU, en las que escritiores, periodistas, intelectuales, políticos y militantes de base intercambian puntos de vista, afianzan sus contactos y celebran la vigencia de sus ideas.
Salvo que los donantes, socios y benefactores abandonemos el IJM a su suerte (al menos en el plano económico), la idea es institucionalizar este tipo de acontecimientos para que quienes defendemos –aunque sea desde puntos epistemológicos distintos– la libertad individual, la propiedad privada, el mercado libre y el imperio de la ley nos reunamos, cuando menos, una vez al año.
El Partido Popular debiera saludar esta clase de encuentros, como hace el Partido Republicano en Estados Unidos. El problema es que el PP, actualmente, no sabe qué ideas defiende; por no saber, ni siquiera sabe si tiene alguna idea que defender. Me refiero a una construcción filosófica basada en el análisis serio de la realidad, no a los movimientos tácticos que tienen por objeto contentar al mayor número de idiotas posible y que se rigen por las encuestas precocinadas por Arriola; pero es que en en este terreno donde se mueve últimamente ese partido desnortado y sedicentemente liberal.
No es imprescindible que asista a la Feria del Juan de Mariana, para cuya promoción estoy abusando de la generosidad del responsable de esta sección (un perfecto malhechor de vida disipada, por otra parte); quiero decir que si su suegra ha programado para ese día su visita bimensual al callista y usted tiene que encargarse del transporte y de apoyarla moralmente mientras le raspan los juanetes, gustosamente le disculparemos. Pero, salvo que le coincida esa mañana algún otro acontecimiento de igual o superior trascendencia, yo de usted no me lo perdería. Creo que no va a estar presente Lasalle, así que, como puede imaginarse, vamos a disfrutar más que un cineasta progre largando todo tipo de maldades en época de subvenciones. No obstante, allá usted con su conciencia.