El año estuvo acompañado de otros muchos avances y curiosidades científicas: el descubrimiento de Hatena, un ser unicelular mitad planta mitad animal; la captura, por primera vez, en imágenes de un calamar gigante, Architeuthis, en aguas del Pacífico; la detección de más de 10.000 agujeros negros en la vecindad de otro mayor en el centro de la Vía Láctea; la publicación de varios estudios que arrojan nueva luz sobre el complejo funcionamiento de la evolución, justo en unos momentos en que la llamada "teoría del diseño inteligente" –una explicación divina de la evolución– entra con fuerza en las aulas de EEUU; la secuenciación del genoma del chimpancé, nuestro primo evolutivo; la misión de la sonda europea Huygens a Titán, la luna de Saturno; las nuevas pruebas del calentamiento terrestre… Así fue el año científico, y así se lo hemos resumido.
CIENCIA
El año de la gallina
Si me permiten la licencia, 2005 sería en el horóscopo chino el año del gallo o, para ser más exactos, el del pollo, si es que se halla en el bestiario oriental. Este año que agoniza comenzó con un rebrote de la gripe aviar en granjas vietnamitas, una epizootia (epidemia animal) que ya en 2004 barrió las aves de granja en una decena de países asiáticos y mató a 31 personas.
La virulencia de la nueva cepa viral, conocida como H5N1, disparó las alarmas sanitarias internacionales, sobre todo después de que se constatara su avance hacia Occidente, a pesar de los esfuerzos por contener su difusión. Aunque se mató a decenas de millones de aves como medida preventiva y se vigiló la higiene en las granjas, el H5N1 fue detectado primero en Rusia y después en Grecia, Turquía y Rumanía.
La llegada del agente viral a Europa desencadenó la histeria de las autoridades sanitarias, que, en un ejercicio de ponerse la venda antes que la herida, llegaron a advertir de que estábamos a las puertas de una posible epidemia en humanos que, de producirse, podría cobrarse más de 150 millones de víctimas en el mundo. Los profetas de la catástrofe, seguramente sin querer, provocaron que los países hicieran acopio de vacunas inservibles para combatir un inexistente virus mutante capaz de transmitirse entre humanos, así como de un antiviral relativamente eficaz fabricado bajo patente por una compañía farmacéutica que aún estará frotándose las manos.
Tras el revuelo mediático las aguas han vuelto a su cauce, y da la sensación de que el virus se haya esfumado, al menos informativamente. ¿Ha pasado el peligro? La situación de la crisis es igual ahora que a principios de año. Sin duda alguna, en 2006 volveremos a acongojarnos con las perversas peripecias del H5N1.
Si el año se estrenó con un ataque viral, su despedida está salpicada por un posible escando científico en el que están implicadas las células madre, una prometedora línea terapéutica para combatir enfermedades hoy incurables, como la diabetes, el alzhemier, el párkinson y las lesiones medulares. El pasado 23 de diciembre Woo Suk Hwang, el científico surcoreano que creó por primera vez embriones humanos con técnicas de clonación, pidió públicamente disculpas y anunció su dimisión como profesor universitario tras admitir que falsificó intencionadamente algunos datos sobre células madre de embriones humanos clonados en una investigación que fue publicada meses antes en la prestigiosa revista Science.
Hwang aseguraba en el artículo que había logrado producir 11 líneas celulares procedentes de embriones humanos clonados de varios pacientes, lo que suponía un avance prometedor para el desarrollo de terapias basadas en células madre, también llamadas stem cells. Al menos nueve de las líneas eran falsas, y hay dudas de la autenticidad de las otras dos.
Pero entre la crisis aviar y el fraude de las células madre, ambas curiosamente de origen asiático, hemos asistido a un buen número de progresos y hallazgos científicos. Estos han sido los más relevantes en los diferentes campos de la ciencia.
Medicina
Las stem cells fueron noticia, aparte del escándalo del doctor Hwang. Por ejemplo, un equipo de investigadores suecos anunció, en la revista PNAs, que había logrado obtener neuronas a partir de células madre extraídas de médula de hueso humano e implantadas en embriones de pollo, para que se multiplicaran. Se trata de una investigación básica que contribuye a la búsqueda de terapias para reparar daños neurológicos hoy intratables. Dos meses después, en mayo, científicos de la Universidad de Tennessee informaron, en la misma publicación, de que habían cosechado por primera vez óvulos humanos a partir de stem cells recogidas del tejido ovárico de cinco mujeres, lo que supone una esperanza para las mujeres con graves problemas de fertilidad.
Los ovarios fueron también protagonistas de otra experiencia médica: cirujanos del hospital St. Luke, en San Luis (EEUU), consiguieron que una mujer estéril por un cáncer diera a luz un bebé sano gracias a un implante de tejido ovárico, que fue donado por la hermana de la paciente.
Pero fue el trasplante de un rostro el que acaparó el mayor interés mediático. En diciembre, un equipo de cirujanos franceses de los hospitales de Lyon y Amiens hizo público el primer trasplante parcial de este tipo. La noticia, dada en exclusiva por la paciente a una revista, no sólo desató el interés de los científicos, sino el morbo en la población. La receptora, una mujer de 28 años con la cara terriblemente desfigurada por las mordeduras de su perro –que intentaba despertarla después de que aquélla intentara suicidarse con fármacos–, recibió el fragmento de rostro, compuesto por la nariz, los labios y el mentón, de otra joven suicida.
Por último, destacaría la secuenciación del ADN de tres parásitos que causan decenas de miles de muertes humanas, sobre todo en el Tercer Mundo. En julio, un grupo internacional formado por casi 250 científicos de 46 organizaciones y 21 países distintos presentó el retrato genético de estos tres asesinos: el Trypanosoma brucei, que causa la enfermedad del sueño, o tripanosomiasis africana humana; el Trypanosoma cruzi, causante de la enfermedad de Chagas, o tripanosomiasis americana humana, y la Leishmania major, culpable de la leishmaniasis.
No haríamos justicia si no mencionáramos la secuenciación del cromosoma sexual X, que nos ha llegado dos años después de la de su pequeño compañero exclusivo del hombre, el cromosoma Y. Como contaban sus "lectores" en la revista Nature, la intimidad genética del X ha venido cargada de sorpresas. Como muestra, un botón: hasta la fecha, se creía que el cromosoma X era una especie de bella durmiente, cuando en realidad tiene activos de forma permanente cerca del 15% de sus genes. Esto apunta a que las féminas tienen expresados estos genes el doble de veces que los hombres y, por ende, tienen dos veces más cantidad de proteínas codificadas por dichos fragmentos genéticos.
Espacio
Sin duda alguna, la noticia espacial más impactante fue, y valga la redundancia, el impacto de una subsonda científica de la sonda estadounidense Deep Impact contra el núcleo del cometa Tempel 1. El objetivo de la misión no es otro que conocer la composición del núcleo de este objeto, y así obtener nuevas pistas sobre la formación del Sistema Solar. La espectacularidad del encuentro seguramente restó protagonismo a otro importante hito espacial: el lanzamiento por parte de la Agencia Espacial Europea de la sonda Venus Express, que, si todo marcha bien, llegará al segundo planeta más cercano al Sol el próximo mes de abril.
2005 también fue un año de paseos por el espacio. En efecto, la Nasa, dos años y medio después del trágico accidente del Columbia, volvió a atreverse a enviar un equipo de astronautas, a bordo del Discovery, a la Estación Espacial Internacional (EEI). Por cierto, los tripulantes de esta plataforma, el estadounidense Leroy Chiao y el ruso Salizhán Sharípov, lanzaron por primera vez un microsatélite a mano durante un paseo espacial. Como si fuera una pelota de rugby, lanzaron un microsatélite experimental, de una masa de 5 kilos, que ha de permitir llamar desde la Tierra a la estación con teléfonos celulares.
Mientras esto ocurría, la competencia china, para no ser menos, completaba con éxito su segunda misión espacial a bordo de la nave Shenzhou VI.
La investigación astronómica también tuvo sus momentos de protagonismo. De todos ellos, resaltaría la observación directa, por primera, vez de un exoplaneta, esto es, un plantea que gravita alrededor de una estrella diferente de nuestro sol. Su imagen testimonial fue obtenida por astrónomos del Gran Telescopio del Observatorio Europeo del Sur, en Chile. Se trata de una pequeña mancha roja pegada a la enana marrón 2M1207, un cuerpo gaseoso intermedio entre las estrellas y los planetas. El exoplaneta, cuya existencia aún está pendiente de constatarse, tiene una masa cinco veces superior a la de Júpiter y está situado en un grupo de estrellas jóvenes situadas en la constelación de la Hidra, a "sólo" 230 años-luz de la Tierra.
Física
El 10 de junio de 2004 la Asamblea General de Naciones Unidas declaró 2005 Año Mundial de la Física. La razón: el centenario del llamado Annus Mirabilis, o Año Milagroso, ya que en 1905 Albert Einstein publicó los tres artículos que cambiaron radicalmente nuestra percepción del mundo.
En efecto, el físico del bigote blanco sacudió los pilares de la física con sus escritos sobre el efecto fotoeléctrico, el movimiento browniano y la teoría de la relatividad especial. A lo largo de este año los físicos, personajes distantes para la mayor parte de la sociedad, tuvieron la oportunidad de acercarse a la opinión pública y explicar cómo la mayoría de los avances tecnológicos actuales se asientan en principios físicos, desde los progresos en electrónica hasta la polémica, pero hoy necesaria e insustituible, energía nuclear.
Francia nunca olvidará el aniversario einsteniano: tras una larga disputa con Japón, nuestro país vecino consiguió convertirse en la sede del ITER, el costosísimo reactor experimental de fusión en el que se imitarán las reacciones nucleares que ocurren en las estrellas, para intentar obtener una energía limpia e inagotable.
Ingeniería y robótica
Los ingenieros en robótica volvieron a sorprendernos con sus creaciones. Unos sesudos ingenieros de la Universidad de Cornell organizaron a mediados de febrero un desfile especial en el que los protagonistas eran unos top models con corazón cibernético capaces de imitar el caminar humano como nunca antes lo había hecho un robot. Otros ingenieros de la misma universidad diseñaron unas máquinas capaces de hacer copias de sí mismas: uno de los robots logró construirse una copia en sólo dos minutos y medio. Sus creadores dijeron que estas máquinas autorreplicantes son un primer paso hacia la conquista robotizada de otros planetas. El último ingenio digno de mención es una mano robotizada de la Universidad de Southampton, que se mueve casi como una humana mediante contracciones musculares.
En nuestro país, un grupo de investigadores expertos en fotónica liderados por Albert Ferrando, de la Universidad de Valencia, y Pedro Fernández de Córdoba, de la Universidad Politécnica de Valencia, dejaron constancia en la revista especializada Physical Review Letters de su habilidad para minitornados de luz. Permítanme que se lo explique. La luz puede girar en torno a un punto de referencia, generando algo equivalente a un minitornado, pero no de viento, sino de energía electromagnética. Ese fenómeno ocurre a escalas microscópicas, y su propagación se ha observado en cristales iluminados por luz láser. Estos minihuracanes lumínicos, como los que a gran escala se observan en los fluidos, se caracterizan por la velocidad de rotación –el denominado viento de luz–, que permanece constante durante la propagación del torbellino.
Pues bien, los científicos españoles han descubierto que los microtornados de luz pueden comportarse de una manera extraña e imprevista. Pero lo más destacable de su investigación es que han sido capaces de manipular la velocidad del viento de luz al hacerlo atravesar la interfase entre un cristal ordinario y un cristal fotónico. En palabras de estos investigadores, el experimento, aparte de ser una curiosidad, podría tener importantes aplicaciones en el campo de la optoelectrónica.
Arqueología y antropología
Sin duda alguna, de los hallazgos paleantropológicos de 2005 me quedo con el descubrimiento del cráneo de un anciano desdentado que sólo pudo sobrevivir gracias a la generosidad y ayuda de sus compañeros. La noticia no tendría el menor interés si no fuera porque la calavera perteneció a un Homo georgicus, un estadio de la evolución situado en los albores del Homo erectus, hace la friolera de 1,7 millones de años.
El fósil, que fue hallado por el equipo del paleoantropólogo David Lordkipanidze en el yacimiento de Dmanisi, en Georgia, es la evidencia más antigua de comportamiento altruista en homínidos. Aquel anciano, completamente desvalido, jamás habría sobrevivido en un medio hostil de no ser por la protección del grupo.
En el campo de la arqueología, un viejo misterio se zanjó de forma definitiva. El joven y desafortunado Tutankamon, que reinó Egipto sólo de 1333 a 1323 a. de C., no fue asesinado por un golpe en la cabeza, como se había sospechado tiempo atrás, sino que pudo morir como consecuencia de una infección en una pierna fracturada, en concreto, en el fémur izquierdo.
¿Que cómo se ha sabido? Expertos egipcios y de otros países escrutaron las aproximadamente 17.000 imágenes tomadas durante un escáner a la momia realizado un día antes de los Reyes Magos. Los investigadores no vieron ningún fragmento astillado de hueso en el cráneo de Tutankamon, como se aseguró en 1968, después de que se hiciera a la momia unas radiografías de rayos X.
Parece ser que este año fue propicio para las momias, ya que otro cuerpo embalsamado saltó a las páginas de los diarios como "la momia más bella" de todas las encontradas en el país de los faraones. Fue hallada en la zona monumental de Saqqara (60 kilómetros al suroeste de El Cairo), y su impresionante belleza se debe a los preciosos colores empleados para pintar su envoltura de lino, endurecida con yeso y otros materiales, así como a la máscara de oro y las imágenes de los dioses Anubis, Orisir, Jeber y Horus que engalanan su superficie.
Y si por fin se tuvo la prueba de que Tutankamon no murió de un golpe en la cabeza, los arqueólogos chinos dieron por zanjado el disputado origen de los espaguetis. Un bol lleno de fideos hechos con mijo hace 4.000 años hallado en la región de Lajia otorga a los chinos la invención de los espaguetis. Árabes e italianos tendrán que callarse mientras no aporten pruebas más antiguas.
Paleontología
Cómo no, los dinosaurios volvieron a robar el protagonismo a otras criaturas antediluvianas en los medios de comunicación. En octubre, la revista Nature informó de la aparición, en la Patagonia argentina, de un dromeosaurio (dinosaurio con características de ave). Este descubrimiento tiene su importancia, ya que demuestra que los dromeosaurios colonizaron la región del globo que ahora es Suramérica, la antigua Gondwana, y no sólo el hemisferio norte, Laurasia, como se creía. Hasta ahora sólo se habían hallado restos de dromeosaurios en Norteamérica y Asia, como el Velociraptor del desierto de Gobi, el Utahraptor del oeste de Estados Unidos y los Microraptor y Sinornithosaurus de China.
El nuevo miembro de esta familia, que ha sido bautizado como Buitreraptor gonzalezorum, vivió hace unos 200 millones de años y atestigua que este tipo de dinosaurio habría aparecido en todo el planeta antes de la división en dos hemisferios, y que los ejemplares de los continentes norte y sur evolucionaron de formas diferentes a partir de la separación de las placas terráqueas en que vivían.
Otro hallazgo paleontológico que llamó la atención fue el descubrimiento, en China, de un pequeño carnívoro que cazaba… ¡dinosaurios! En la era de los grandes reptiles, hace más de 130 millones de años, los mamíferos eran un grupo de animales tímidos y nocturnos que formaban parte del menú diario de los dinosaurios. Pero hubo algunos que sacaron pecho. Éste pudo ser el caso del Repenomamus robustus, un carnívoro del tamaño de una gato. El fósil hallado en China tenía una cría de Psittacosaurus –un dinosaurio– en su estómago. El cazador cazado.
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