Se acerca la hora de la verdad... El debate político está infectado y la ética cívica tan difícil de forjar durante la Transición hace tiempo que está siendo minada hasta los cimientos. Han logrado resucitar las dos Españas y ahora una de ellas intentara helar el corazón a la otra. ¿De verdad queremos eso para nosotros y nuestros hijos?
¿Cuándo perdimos el justo medio preconizado por Aristóteles? ¿En qué instante sobrepasamos la invisible línea que separa a la civilización de la barbarie? Las palabras son el envoltorio de la realidad. ¿Qué día sustituimos ideas por soflamas, debates por algaradas y letras por iconos? ¿Cuándo dejamos de cuestionar y fiscalizar a los nuestros con la misma fe ciega del carbonero?
El verdadero enemigo de la democracia
¿No se dan cuenta todavía PP y PSOE de que el verdadero enemigo de la democracia a la que ambos indudablemente sirven y han servido (con creciente inoperancia y públicos vicios) es esa amalgama de partidos reaccionarios, populistas y radicales bajo la marca Unidos Podemos? ¿A qué esperan los grandes partidos democráticos para dejar de despellejarse vivos ante la bestia populista que planea devorar sus despojos cuando ambos estén ya exangües?
Hace mucho tiempo que el debate no es ideológico sino sobre el sistema político que regulará nuestras vidas. No se trata de optar entre formas democráticas de izquierda, centro o derecha de gobernar un país, sino de elegir entre sistemas de gobierno democráticos frente a alternativas autoritarias que, camufladas en una idílica y ambigua verborrea polisémica, satisfacen momentáneamente al frustrado hombre-masa, harto de corrupción y desgobiernos. La Historia nos debería haber enseñado que estas opciones populista-autoritarias pueden evolucionar desde la mera autarquía al más puro totalitarismo, dependiendo de la coyuntura internacional, de las oportunidades internas de control y de la lógica criminal de quienes ocupen el poder para transformarse en irreversibles.
Pase lo que pase el domingo espero que solo haya pactos entre demócratas, lo que excluye a Unidos Podemos.