El 10 de octubre de 2017 pasará a la historia española por una razón absolutamente trágica y dos traiciones relativamente cómicas. Lo trágico es que el Gobierno de España permitiera que poco más de medio Parlamento catalán, encabezado por las autoridades autonómicas que allí representan al Estado Español, proclamara la república catalana y pidiera a los países de todo el mundo reconocimiento y ayuda ante la feroz opresión que sufre por parte de la despótica España.
Todos los golpistas habían anunciado mucho antes ese Golpe de Estado, usando como excusa un referéndum prohibido por el Tribunal Constitucional y que el propio presidente del Gobierno español anunció en la casa Blanca que no se celebraría. Fraudulentamente, pero se celebró. Y Rajoy, ridiculizado por los hechos, se limitó a negarlos. Peor: para ocultar la traición de los Mozos de Escuadra, mandó cargar a la Policía Nacional en algunos tugurios electorales, regalando así una inapreciable ayuda propagandística a los golpistas catalanes, sobre todo porque el Gobierno se ha negado a combatir internacional y nacionalmente las trolas golpistas.
Peor: un sujeto llamado Millo, íncubo de Soraya en Cataluña, pidió perdón en TV3 por la actuación policial, que produjo una sola persona hospitalizada, en vez de pedir explicaciones por los montajes de supuestos actos de violencia policial protagonizados hace años por los Mozos o por la policía de otros países. Tampoco pidió los partes médicos de los cientos de heridos que según los golpistas habría provocado la Policía, a la que la alcaldesa de Barcelona acusó públicamente de abusos sexuales. Pues bien, todos los golpistas, los calumniadores, los diputados traidores y los mozos de escuadra golpistas siguen cobrando sus altísimos sueldos. Ni una multa.
La proclamación de independencia
Si la campaña contra las falsas atrocidades policiales es comparable en mendacidad con la de Asturias de 1934, los agujeros negros del 11M son levísimas huellas en la fina arena de una playa hawaiana al lado de la estafa informativa perpetrada a dúo por el Gobierno legal de Madrid y los ilegales de esa República proclamada con nuestro dinero y en nuestras narices gracias al Gobierno de Rajoy. La estafa consistió en proclamar la República y después pedir su temporal suspensión al parlamento catalán, al que no se había dejado votar esa república que después se pedía suspender, como si la soberanía proclamada pudiera nacer y desnacer, ser y no ser, o no ser del todo, o sí, pero no tanto que no puedan ser gemelos… soberanos.
La proclamación de la república fue después refrendada por escrito, sin pedir suspensión temporal alguna a nadie, por 78 diputados golpistas que se autoproclamaron "representantes legítimos del pueblo de Cataluña" pese a situarse fuera de la ley nacional, regional, europea y parlamentaria. Y entonces vino lo mejor: el Gobierno se apresuró a decir que no estaba claro o cabían dudas sobre si se había proclamado la República Catalana. Y montado en ese clavileño tuvo la infinita cobardía, disfrazada de cuquería, de pedirle a 'Cocomocho', alias Puigdemont, que aclarase si realmente había proclamado la república que, oralmente y por escrito, había proclamado.
La pregunteja, además de un monumento a la prevaricación que acredita, qué digo acredita, que doctora en golpismo pasivo al Gobierno de Rajoy, empeñado en no perseguir el delito peor, cometido ante millones de personas de todo el mundo, España incluida, es absurda. Si no la hubiera proclamado, no podría suspenderla, y si ilegal era la proclamación, aún más ilegal es la suspensión, aunque sólo oral y encomendada al Parlamento, que no se ha reunido ni se piensa reunir. Pero es que además se proclamó por escrito y lo firmaron los que la proclamaron, e hicieron infinitas copias. Si en España hubiera justicia independiente, no hubiera hecho falta recurrir al Gobierno ni al Constitucional, porque los jueces se habrían encargado de perseguir los delitos de rebelión y sedición que contempla el Código Penal.
Traición a la CUP, traición a España
Lo que alimentó la duda sobre lo indudable, que es la proclamación de la República Catalana que el Gobierno de España no ha querido impedir, fue la hora de retraso de 'Cocomocho' en dirigirse al parlamento, un tiempo que se hizo largo y al cabo del cual y de la famosa suspendencia, la CUP se negó públicamente a saludarle y forzó luego la proclamación por escrito.
¿Qué pasó en esa hora? Desde luego, las llamadas del extranjero, los mediadores de última hora y la carta de Tusk, eran pamemas para memos. La única cancillería extranjera al habla con la Republiqueta era la española. Ayer, en la crónica para El Mundo de la recepción real del 12 de Octubre, perdida en el moaré y el cebrianeo, Cayetana Álvarez de Toledo dejaba caer esta perla, que con menos espumillón hubiera merecido una portada:
"Ha habido una negociación. En la fiebre palaciega, casi de salida, me lo reconoció una persona que ha participado en las conversaciones secretas. Miembros del Gobierno han estado esta semana en contacto casi permanente con consejeros de la Generalidad. En las horas previas a la esquizofrénica intervención de Puigdemont -declaro pero suspendo- los whatsapps iban y venían: haced una DUI vegetariana y os haremos un 155 light. «Nos pidieron desesperadamente una salida. La necesitan y debemos dársela. No podemos hacer frente a una rebelión popular".
Ha habido, sigue habiendo más, muchísimo más y muchísimo peor:
"Más locuaces o más ingenuas, las máximas autoridades judiciales reconocían estar ahora al albur de la política. «Nos piden que no vayamos demasiado fuerte, que ahora no conviene». Otras togas a las que el poder ejecutivo pretende manchar con el polvo del camino. Y qué decir de la oposición: Margarita Robles llegó a pedir al ministro de Justicia que sujetara a los fiscales después de reprobarlo por idéntico motivo".
Es decir, que si 'Cocomocho' traicionó a la CUP, pero no es seguro que siga haciéndolo este lunes, Rajoy traicionó a España y piensa seguir haciéndolo con la ayuda del PSOE y a las órdenes del PSC. Naturalmente, habrá quién se pregunte de qué hablaron, qué le ofreció Rajoy al golpismo para que 'Cocomocho' hiciera como que desproclamaba lo proclamado. Para mí está clarísimo. Cuando un tonto coge una linde, la linde acaba y el tonto sigue. ¿A qué vino la retahíla de nombres y procesos a prebostes de la Generalidad de Mas y 'Tresvergencia', a sus cárceles y multas? A que 'Cocomocho' estaba presentando las ofertas de Moncloa para borrar, mediante esa prevaricación continuada que algunos llaman política, los años a la sombra y en la ruina de Mas y sus masoveros del golpe anterior.
Esto es lo que se proclamó y escrito quedó
Que un Gobierno salga malo es normal. Si todo un Papa ha llegado a atacar el Descubrimiento de América, que supuso su evangelización, ¿qué esperar de unos seres dedicados a mantenerse en el poder a toda costa? 'Cocomocho' es medio traidor; y Rajoy, traidor y medio. Vale. Lo único que pedimos es que no nos tomen por imbéciles. Únanse al golpe, que ya lo pagarán, pero no nos insulten más. No digan que esto no se proclamó y firmó, porque proclamado queda y firmado quedó:
"Nosotros, representantes democráticos del pueblo de Cataluña, en el libre ejercicio del derecho de autodeterminación, y de acuerdo con el mandato recibido de la ciudadanía de Cataluña,
CONSTITUIMOS la República catalana, como Estado independiente y soberano, de derecho, democrático y social.
DISPONEMOS la entrada en vigor de la Ley de transitoriedad jurídica y fundacional de la República.
INICIAMOS el proceso constituyente, democrático, de base ciudadana, transversal, participativo y vinculante.
AFIRMAMOS la voluntad de abrir negociaciones con el estado español, sin condicionantes previos, dirigidas a establecer un régimen de colaboración en beneficio de las dos partes. Las negociaciones tendrán que ser, necesariamente, en pie de igualdad.
PONEMOS EN CONOCIMIENTO de la comunidad internacional y las autoridades de la Unión Europea la constitución de la República catalana y la propuesta de negociaciones con el estado español.
INSTAMOS a la comunidad internacional y a las autoridades de la Unión Europea a intervenir para detener la violación de derechos civiles y políticos en curso, y hacer el seguimiento del proceso negociador con el Estado Español y ser testigos de ello.
MANIFESTAMOS la voluntad de construcción de un proyecto europeo que refuerce los derechos sociales y democráticos de la ciudadanía, así como el compromiso de continuar aplicando, sin solución de continuidad y de manera unilateral, las normas del ordenamiento jurídico de la Unión Europeo y las del ordenamiento del estado español y del autonómico catalán que trasponen esta normativa.
AFIRMAMOS que Cataluña tiene la voluntad inequívoca de integrarse tan rápidamente como sea posible a la comunidad internacional. El nuevo Estado se compromete a respetar las obligaciones internacionales que se apliquen actualmente en su territorio y a continuar siendo parte de los tratados internacionales de los que forma parte el Reino de España.
APELAMOS a los Estados y a las organizaciones internacionales a reconocer la República catalana como un Estado independiente y soberano.
INSTAMOS al Gobierno de la Generalitat a adoptar las medidas necesarias para hacer posible la plena efectividad de esta Declaración de Independencia y de las previsiones de la Ley de transitoriedad jurídica y fundacional de la República.
HACEMOS una llamada a todos y cada uno de los ciudadanos y ciudadanas de la República catalana a hacernos dignos de la libertad que nos hemos dado y a construir un Estado que traduzca en acción y conducta las aspiraciones colectivas.
Los legítimos representantes del pueblo de Cataluña:
Barcelona, 10 de octubre de 2017"