¿Íbamos a ser menos? ¿Somos acaso una isla (reflexión no muy saludable, ésta, pues me recuerda el territorio del Dr. Castro, el "infidel" Castro, como se lee en un cuento del inglés Julian Barnes)? Pues bien, lo logramos: ¡habemus piqueteros! Sí, esta semana ya llegaron a nuestro territorio, luego de haber escapado de ellos durante largo tiempo, incluso cuando, jaqueados por la bancarrota de la Argentina, bancos de Uruguay fueron amenazados por corridas, tomándose en el Gobierno del presidente Batlle, entonces, medidas muy especiales, como un feriado bancario y la renegociación de ahorros, que se devolvieron andando los meses.
Ni entonces llegaron, pero ahora sí. Ya tenemos nuestros propios piqueteros, actuando como corresponde, cortando algunas rutas y, de paso, haciendo algún "escrache" (palabra que importamos del otro lado del "río de sueñera y barro" al que cantara Borges). Sí, señor director, aquí están y éstos son: el Gobierno de la izquierda finalmente lo ha logrado, en solamente poco más de tres meses y medio de gestión.
La primera medida del Ejecutivo que preside el Dr. Vázquez fue la creación del Ministerio de Desarrollo Social, para atender a los habitantes de todo el país que se encuentran en situación económica muy precaria. El Gobierno les dará dinero. A cambio de ello (todavía no está implementado), deberán enviar los chicos a las escuelas y trabajar en tareas que ya se planificarán.
Pues bien, se hizo un censo; se ha visitado y se está pagando a unos cuantos miles de personas estas sumas mensuales. Pero ocurre que otras no han sido aún visitadas por los miembros de este recién creado ministerio, que no apeló, por ejemplo, a redes de ayuda social que habían creado en cada departamento del país las intendencias o alcaldías, así como numerosas instituciones religiosas, sociales y oenegés. No, nada de eso. Punto.
Y la tarea no es sencilla, más cuando la señora ministra del ramo se ha dedicado a enfrentar inesperadas situaciones, como una rebelión de menores en un centro de reclusión, al cual acudió, junto a un senador de su partido (el comunista), a poner orden. Ella habló con los chicos. Pero los chicos no entendieron: tomaron de rehén el senador, y en una camioneta se fugaron quince... Dos se entregaron después, algunos han sido recapturados y otros andan todavía haciendo de las suyas por las calles de Montevideo.Bien, los piqueteros comenzaron por entrar en acción en distintos barrios, solicitando se les pague a ellos (aún no censados, dicen) esa cuota mensual que esperan del Ministerio de Desarrollo Social. Han cortado alguna ruta, asimismo. Mientras tanto, otros piqueteros han instalado una carpa y un corral con una vaca frente al Parlamento. Éstos son deudores rurales de instituciones bancarias, y piden condiciones especiales para pagar sus deudas o no pagan.
Y, de paso, el sábado 9 por la tarde se reunió otro grupo de piqueteros en una zona céntrica de Montevideo; luego se desplazó, al atardecer, al barrio residencial de Carrasco, para hacer un "escrache" ante la casa del ex canciller de los tiempos de la dictadura Juan Carlos Blanco, apedreando, exhibiendo pancartas, con gritos y golpes a los policías que custodiaban la mansión.
Sobre Blanco pesan acusaciones de asesinato de dos legisladores (Michelini y Gutiérrez Ruiz) ocurridos en Buenos Aires, así como de Barredo y Whitelaw. "Plenario Memoria y Justicia", tal la denominación, llevaba carteles identificatorios; pero al parecer, según se ha informado en la prensa, algunos no eran espontáneos, y a otros se les vio en un piquete en otra zona reclamando otra cosa. Antes de marcharse, dicho sea de paso, leyeron una proclama donde hasta el senador tupamaro Huidobro fue censurado. "Hoy da cátedra –dijeron– de Derechos Humanos junto a Balza (militar argentino), abonan el terreno de la antimemoria y permiten que se acreciente la idea de que la lucha se dilucidó entre un grupo de locos golpistas y la guerrilla".