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CHILE

Un país en marcha

Manhattan es, indiscutiblemente, el corazón financiero del mundo, aunque los chinos (con la sorprendente venia del gobierno de Barak Obama) están trabajando duro para que las cosas cambien. Sanhattan no aspira a tanto, pero sí tiene la intención de ser el punto de referencia del mundo de las finanzas en América Latina.


	Manhattan es, indiscutiblemente, el corazón financiero del mundo, aunque los chinos (con la sorprendente venia del gobierno de Barak Obama) están trabajando duro para que las cosas cambien. Sanhattan no aspira a tanto, pero sí tiene la intención de ser el punto de referencia del mundo de las finanzas en América Latina.

¿Sanhattan? ¿Qué eso de Sanhattan, y dónde está? Bien, se trata del centro financiero de Santiago, capital del único país de América Latina –con la posible excepción de Brasil– con posibilidades de acceder en el corto-medio plazo al Primer Mundo: Chile.

Los chilenos son aficionados a emplear términos en inglés, por eso idearon la palabra Sanhattan, mezcla de Santiago y Manhattan.

Sanhattan se extiende por tres comunas del barrio alto de Santiago; no por casualidad se trata del barrio en que viven las clases más adineradas del país. Decenas de edificios de moderna arquitectura alojan a bancos nacionales e internacionales, empresas financieras y firmas de inversión. En un par de meses terminará la construcción del Costanera Center, que con sus 55 pisos será el más alto de América Latina y dará a la zona un perfil aún más característico.

Chile es un país en marcha. Todavía tiene que superar la pronunciada brecha de ingresos que divide a su población (casi 18 millones de personas), pero los enormes cambios que ha experimentado en las últimas décadas ya son sorprendentes.

Todo comenzó con el modelo de capitalismo y libre comercio impuesto por el general Augusto Pinochet, cuyos métodos de represión aún son rechazados por un amplio sector de los chilenos, aunque los gobiernos izquierdistas que le sucedieron mantuvieron su sistema económico.

El crecimiento económico de Chile para este año ha sido calculado en el 5,3 por ciento, inferior al de otros países pero de todas formas respetable, después de los baches experimentados con los gobiernos de centro-izquierda.

Finalmente, en 2010 la derecha colocó a su hombre en La Moneda: Sebastián Piñera. El mandatario, multimillonario y de sólidas opiniones –no siempre compartidas por sus compatriotas–, ha realizado una gran labor, especialmente en áreas sociales que supuestamente eran el fuerte de los gobiernos izquierdistas que se sucedieron tras la salida del poder de Pinochet.

La popularidad de Piñera ha disminuido notablemente, pero las encuestas parecen tener sin cuidado al mandatario. No hay elecciones en el horizonte, y sus acciones reflejan más sus antecedentes de exitoso hombre de negocios que los avatares de la política diaria.

 

© Diario de América

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