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DESDE JERUSALÉN

Santa Jaradat

Una sola pregunta permitirá justipreciar la sensatez de la retirada unilateral israelí de Gaza. No si fue moral expulsar a ciudadanos de sus hogares en aras de la armonía, ni si al Estado hebreo le asistían derechos para permanecer en el solar. El criterio práctico para juzgar es si el gesto de Israel animará a los líderes palestinos hacia la paz, cuyo sendero pasa por el desarme de las bandas terroristas para siempre.

Una sola pregunta permitirá justipreciar la sensatez de la retirada unilateral israelí de Gaza. No si fue moral expulsar a ciudadanos de sus hogares en aras de la armonía, ni si al Estado hebreo le asistían derechos para permanecer en el solar. El criterio práctico para juzgar es si el gesto de Israel animará a los líderes palestinos hacia la paz, cuyo sendero pasa por el desarme de las bandas terroristas para siempre.
La terrorista suicida de Yihad Islámica Hanadi Jaradat.
Los indicios no son promisorios: los violentos siguen armados con un arsenal que incluye el odio que se inculca a la población palestina.
 
Hace un par de años, una terrorista de la Yihad Islámica, Hanadi Jaradat, ingresó en el restaurante Maxim's de la ciudad de Haifa (4-10-03), asesinó a 29 comensales y dejó heridos a más de 50, algunos de ellos lisiados de por vida (la Jaradat se suicidó en el atentado).
 
Como les es habitual, los medios europeos en general se conmiseraron de la asesina de  judíos y no de sus decenas de víctimas, y se circunscribieron a informar sobre "la ocupación" y "el ciclo de violencia" (un eufemismo periodístico para denominar al siglo de agresión contra los judíos de Israel). La foto, nombre y circunstancias familiares que publicaron fueron de la mujer-bomba, no de los asesinados.
 
Este procedimiento recurrente al informar sobre terroristas palestinos no bastó para la Jaradat, a la que Europa obsequió con una generosidad mayor. En enero de 2004 el Museo de las Antigüedades Nacionales de Estocolmo expuso una muestra de "arte" en la que se exaltaba la misión de la terrorista. Bajo el título de Blancanieves, la "obra" consistía en una bañadera llena de sangre en la que flotaba una barcaza blanca, con el texto de la cantata 199 de Bach ("Mi corazón nada en sangre…") y un gran retrato de la heroína.
 
Como es usual en estos casos, se aprovechó que uno de los "artistas" era el músico Dror Freiler, de esos israelíes que descubrieron que difundir odio contra Israel es muy redituable en Europa; de ese género de judíos anti-israelíes que los medios aprecian, procuran y citan profusamente (el fenómeno abarca, por ejemplo, al eminente director Daniel Barenboim).
 
Detalle del montaje que tiene por protagonista a Jaradat.En señal de protesta por la apología del terror, el entonces embajador de Israel en Suecia, Zevi Mazel, desconectó la electricidad de la muestra de arte. Como era de esperarse, los medios suecos y de otros países reaccionaron airadamente contra "el vandalismo" del diplomático, e inmediatamente reclutaron a otro israelí que odia a Israel para sumarse al embate.
 
Así Guilad Atzmon publicó un artículo (27-1-04) en el que se explica que el episodio de Blancanieves demostraba una vez más el carácter sanguinario… del sionismo. El prontuario de Atzmon no daba para menos. Emigró hace una década de Israel a Inglaterra, en donde se dedica al jazz y a injuriar a su país natal. Define a los palestinos como "el nuevo Cristo sacrificado por Israel", presentaba a Arafat como quien "recorre el vía crucis que otrora los judíos le impusieron al nazareno" y, en un delirio rayano en lo patológico, equipara a Ariel Sharon con el Sumo Sacerdote supuestamente deicida de la época romana, y a los israelíes del presente con aquellos "malditos judíos" acusados de vitorear la crucifixión. Como corolario, Atzmon defendió en la prensa británica el incendio de sinagogas. Su popularidad estaba garantizada.  
 
Estímulo al fanatismo palestino  
 
Previsiblemente, esta actitud europea tiene el efecto de extremar la posición palestina. Ante la empatía internacional que cosechó la Jaradat, no sorprende que el Ministerio palestino de Cultura haya elegido para publicar como Libro del Mes (22-8-05) un poemario en homenaje a la inmaculada. El libro se distribuye como suplemento con el diario Al Ayyam y no ha despertado condenas.
 
Sospechamos que sería distinto si en el Louvre se homenajeara artísticamente a los culpables del 11-M, o si el Gobierno irlandés publicara elegías a los perpetradores de los atentados en Londres. Pero cuando las víctimas son judías se nublan las categorías.
 
Javier Solana.No hay condenas, quizás, porque, como Solana declaró en Ramala (12-7-05), "las condenas ante los atentados terroristas no son suficientes". Lo que no aclaró es qué suple la insuficiencia, ya que los últimos ataques contra israelíes pasan directamente inadvertidos.
 
Palestinos lanzaron un cóctel molotov (29-8-05) contra un vehículo de guardafronteras que escoltaba a una ambulancia de Israel en la ciudad árabe de Issawia, al norte de Jerusalén (en el país judío hay ciudades árabes con todos los derechos; en el país palestino en formación, los judíos deben ser desarraigados de sus hogares "para que haya paz"). La ambulancia atacada se dirigía a socorrer a una palestina malherida de 24 años.  
 
Ese mismo día Abú Abdalá, portavoz de la Yihad Islámica (la banda de Jaradat), declaró que su organización se dispone a cometer más atentados, "porque el último no causó muertes". La Unión Europea permite que la Autoridad Palestina permita que esta agrupación "militante" permanezca en acción, con el armamento listo para la destrucción, y que simultáneamente su ministerio publique loas a sus "mártires".
Pocos europeos están enterados de estos datos, porque sus medios se reservan su vocación informativa para el momento en que Israel se defiende. Entonces sí, notifican preocupados sobre el "ciclo de violencia".
 
Es cierto: ese mismo día Javier Solana se encontró en Jerusalén con el ministro de Exteriores, Silván Shalom, para congratularlo por la retirada unilateral, que ha cosechado muchos elogios. A Israel se le felicita cuando se retira y cuando no se defiende; a la Autoridad Palestina se la financia siempre y no se la enfrenta nunca.
 
Y no son los únicos en gozar de la proverbial aquiescencia. Según el diario libanés Daily Star, los misiles que aterrizaron en la aldea israelí de Margaliot (25-8-05) son del tipo RPG-3 de fabricación iraní. Por primera vez obuses iraníes son lanzados contra Israel: hay en el Líbano armas de los ayatolás dirigidas contra el Estado hebreo. En este caso se trata de un misil de 5 metros de largo y un cuarto de diámetro cuyo alcance de 43 kilómetros llegaría hasta Haifa.
 
No hay pedidos de aclaración al Gobierno libanés ni a los ayatolás que no esconden su meta de borrar a Israel del mapa, y que ya fueron acusados en Argentina de estar detrás de los asesinatos de cien personas en Buenos Aires. Pero como en estos casos "las condenas no son suficientes", pues no hay nada, y los niños palestinos reciben libros que los inspiran con edificantes modelos a imitar. Si llegan a proceder, cabrá esperar que Israel no se sume al "ciclo de violencia".
 
 
Gustavo D. Perednik es autor, entre otras obras, de La Judeofobia (Flor del Viento), España descarrilada (Inédita Ediciones) y Grandes pensadores judíos (Universidad ORT de Uruguay).
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