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ESTADOS UNIDOS

¿Puede un mormón conquistar la Presidencia?

Considere el siguiente escenario: en 2008 se presentan a las presidenciales cuatro candidatos. Uno de ellos es un protestante favorable al aborto, que cree en los presupuestos equilibrados, que rebajaría el gasto y reduciría los impuestos pero que está divorciado y casado en segundas nupcias con una persona igualmente divorciada. El segundo es de fe católica y antiabortista, pero cree en la subida de impuestos y del gasto estatal para ayudar a los pobres. Este candidato, que actualmente está casado, en los 60 fumó porros y vivió con dos mujeres en una comuna.

Considere el siguiente escenario: en 2008 se presentan a las presidenciales cuatro candidatos. Uno de ellos es un protestante favorable al aborto, que cree en los presupuestos equilibrados, que rebajaría el gasto y reduciría los impuestos pero que está divorciado y casado en segundas nupcias con una persona igualmente divorciada. El segundo es de fe católica y antiabortista, pero cree en la subida de impuestos y del gasto estatal para ayudar a los pobres. Este candidato, que actualmente está casado, en los 60 fumó porros y vivió con dos mujeres en una comuna.
Mitt Romney.
El tercero en liza es judío, apoya la guerra de Irak y defiende a Israel frente a todos los que quieren destruirlo, está casado con una gentil y piensa que el matrimonio homosexual está bien. Por último, tenemos un candidato mormón que está casado con su novia de toda la vida, que se opone a la legalización del aborto y al matrimonio homosexual, que aboga por los recortes fiscales y la reducción del gasto gubernamental, que pondría más jueces conservadores en el Tribunal Supremo y cuya vida privada parece ajustarse a lo que predica en público.
 
Según una encuesta para Los Angeles Times y Bloomberg, si usted es un conservador cristiano es más probable que vote al candidato protestante, al católico o al judío antes que al mormón, aunque su filosofía política esté más en línea con la de éste.
 
A tenor de lo que se desprende de la encuesta, mientras el antisemitismo y el anticatolicismo pierden fuelle entre el electorado, no ocurre lo mismo con el antimormonismo. El 37% de los entrevistados dijo que no votaría a un candidato mormón a la Presidencia. El artículo 6 de la Constitución prohíbe someter al " test religioso" a quienes deseen servir como funcionarios públicos, pero no puede impedir que los electores apliquen baremos religiosos a los candidatos.
 
Pareciera que el sondeo se ha hecho pensando en el probable candidato presidencial Mitt Romney (republicano), gobernador de Massachusetts, que es mormón.
 
John Fitzgerald Kennedy.Me ha venido a la mente un gag del difunto Steve Allen. Armado con una cámara y un micrófono, Allen salía a la calle y preguntaba al personal: "¿Votaría alguna vez para presidente a una persona abiertamente heterosexual?". El sorprendido sondeado respondía fervientemente: "Oh, no. Jamás podría hacerlo". Era divertido, pero también nos decía algo sobre la ignorancia del entrevistado.
 
Si finalmente Romney decide entrar en liza, quizá pudiera tomar en consideración el ejemplo de otro hijo de Massachusetts, John F. Kennedy, que abordó la cuestión de su profesión de fe católica en un discurso que pronunció ante la Houston Ministerial Association durante la campaña de 1960:
 
"Creo en una América en la que la separación entre la Iglesia y el Estado es absoluta; en la que ningún prelado católico diría al presidente –en el caso de que fuera también católico– cómo actuar, en la que ningún ministro protestante diría a sus feligreses a quién deberían votar; una América en la que no se conceden fondos públicos ni privilegios políticos a iglesia o centro religioso alguno, y en la que no se niega a nadie un cargo público por el mero hecho de que su religión difiere de la del presidente que le va a nombrar, o de la de la gente que le puede elegir".
 
El gobernador Romney me dijo, en el transcurso de una entrevista telefónica, que no cree que la religión sea un factor clave "cuando la gente conoce al individuo". Cuando le pregunté si podría seguir el ejemplo de Kennedy y pronunciar un discurso sobre la Iglesia y el Estado, me dijo: "Bien pudiera ocurrir que en algún momento dijera algo, o sucediera algo, que dejara clara la cuestión ante la gente, pero creo que la gente de este país suscribe la opinión de Lincoln según la cual, cuando alguien jura un cargo, cumple con la religión política de América y coloca la Constitución y el cumplimiento de la ley por encima de todo ".
 
Puede que los resultados de la mencionada encuesta reflejen posturas hacia el mormonismo parecidas a lo que pensaban los no católicos sobre los católicos hace cuatro décadas. Algunos pueden obtener sus impresiones del mormonismo de la serie de la HBO Big Love, protagonizada por un polígamo moderno y sus tres esposas (la iglesia de los mormones prohibió la poligamia en 1890; era una de las condiciones para la admisión de Utah en la Unión, que tuvo lugar en 1896).
 
Si una ambulancia me atropella, no me preocupa tanto dónde o de qué manera reza el conductor como su pericia para dar con el hospital más cercano. No me preocupa que un mormón pueda ser presidente; sí, y mucho, que tanta gente piense en las creencias religiosas de una persona como única razón para denegarle el acceso a la Presidencia. Quizá si Romney decide finalmente presentarse no importe demasiado ese 37%, de la misma manera que no acabó importando el catolicismo en la campaña de 1960, de la que salió victorioso Kennedy.
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