EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS
Arnold en la patria de Reagan
Las cosas no van muy bien para la derecha norteamericana. La selección de Harriet Miers, cuyo mayor mérito parece consistir en disfrutar de la confianza de Bush, ha levantado una tempestad entre los más fieles de los fieles. Los gigantescos gastos presupuestados tras el paso del Katrina están sublevando a los más liberales de la coalición presidencial. Hay acusaciones de corrupción contra varios líderes republicanos. Incluso Karl Rove ha tenido que volver a declarar ante la justicia para aclarar de una vez si filtró o no el nombre de la espía (residente en Washington) Valerie Plame.