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Exteriores

Bush y Zapatero, en imagen de archivo. En segundo plano, José Bono.
RELACIONES ESPAÑA-ESTADOS UNIDOS

No hay malentendidos: es mucho peor

El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, ha afirmado solemnemente, tras finalizar su gira por Washington DC, que no hay malentendidos entre los gobiernos de España y Estados Unidos. Y tiene toda la razón. Simplemente, porque nunca los ha habido: en Washington conocen muy bien el percal del actual Ejecutivo socialista de Rodríguez Zapatero, y no piensan que haya habido equívoco alguno.
Mohamed VI, rey de Marruecos.
NORTE DE ÁFRICA

El terrorismo y el islamismo como instrumentos de la política marroquí

Mohamed VI asistió al aniversario del 11-M en Madrid, y dicen que fue aplaudido. El hecho de la invitación es indudablemente cierto, y tiene como responsable directo al presidente Rodríguez. El hecho de los aplausos, si es cierto, tiene como responsable a un sector de la ciudadanía cuyo comportamiento será objeto de estudio, algún día, por los estudiosos de la psiquiatría política.
Universidad de Columbia (Nueva York).
ESTADOS UNIDOS

Profesores conservadores, una especie en extinción

En un sorprendente editorial acerca de la crisis en la Universidad de Columbia, The New York Times sostiene que un informe universitario que investigaba las quejas de los alumnos sobre los estudios de Oriente Medio era "profundamente insatisfactorio" por ser "muy limitado". El "Informe del Comité Ad Hoc de Agravios", observa el rotativo, se centra en la intimidación a estudiantes por parte del claustro, obviando que los estudiantes protestan principalmente por la "parcialidad estridente propalestina y antiisraelí de muchos profesores".
DESDE JERUSALÉN

Una amistad asediada

Estados Unidos e Israel. Sus jefes de Gobierno se asumen uno al otro como los interlocutores internacionales más frecuentes, en vistas de la recíproca simpatía que el presidente Bush acaba de resumir, una vez más, en Crawford (11-4-05): "Nuestra profunda y duradera amistad se basa en valores comunes y en aspiraciones compartidas para un mundo de paz. EEUU está comprometido con la seguridad de Israel y con su bienestar como Estado judío con fronteras seguras y defendibles, capaz de disuadir a sus enemigos y protegerse".