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Exteriores

LAS GUERRAS DE TODA LA VIDA

Pueblos musulmanes deconstruidos

Hace poco pedí en un restaurante rabo de toro guisado. Me sirvieron una cosa que sabía en algún rincón al rabo de toro de lidia que yo iba a comer los lunes al lado de la vieja Plaza de las Arenas de Barcelona, cuando Cataluña estaba en zona nacional. Pero en este caso no había huesos que limpiar, sólo hebras de carne en salsa (poca) encima de un montón de puré de patatas, todo con forma cilíndrica. Era una ilusión, no un plato.