El Corán lo dice claramente: "Miente en toda ocasión de guerra". Como estos viven en guerra permanente, la mentira es su credo.
Abbás está en amistosas conversaciones con Hamás para entregarle el poder. En Egipto, la Hermandad Musulmana está a un paso de tomar el Gobierno y convertirse en el enemigo más cercano y poderoso de Israel. Irán amenaza a cualquiera que lo critique con tirarle bombas nucleares. Paquistán miente a los norteamericanos con cada promesa de cooperación que les hace.
El mundo arabo-musulmán sigue siendo lo mismo de siempre. Millones de analfabetos con miles de millones de dólares. ¿Puede existir algo más peligroso para la humanidad que 1.500 millones de fanáticos ignorantes, armados hasta los dientes, que procuran eliminar a todos los que no profesan su religión?
Los golpes de estado en Egipto, Libia y Siria tienen un común denominador: la toma del poder por parte de los musulmanes más extremistas. Que desde hace treinta años decenas de analistas políticos hayan venido alertando de este hecho no es algo que incite a los gobernantes occidentales a tomar decisiones definitivas. Obama, siendo como es el más inepto de todos, es el individuo perfecto para que los radicales ganen posiciones.
La Liga Árabe está dando la espalda a Asad porque los que le combaten son suníes afines a Arabia Saudí, que es la nación dominante en el mundo islámico, el motor de la Yihad y, simultáneamente, el principal aliado árabe de los Estados Unidos. ¿Difícil de entender? No tanto. Arabia Saudí provee de petróleo a Estados Unidos, y las compañías norteamericanos explotadoras tienen descomunales intereses económicos en Riad.
En Estados Unidos existe una ley, que rige únicamente para los congresistas, que permite a éstos hacer valer su influencia a cambio de una remuneración económica sin incurrir por ello en corrupción. Hasta los sudamericanos somos más decentes en ese aspecto. En América Latina las leyes contra los parlamentarios corruptos existen; otra cosa es que se cumplan...
La evacuación de las tropas norteamericanas de Irak, ordenada por Obama, está entre los peores errores geopolíticos cometidos jamás. Volver a llevar armamento y personal a la zona va a costar a Estados Unidos sumas extraordinarias; además, tendrá consecuencias políticas en el ámbito doméstico.
El que viene será un año extraordinariamente singular, y no por las fantasías mayas. Es casi seguro que estallará el conflicto entre Irán y Estados Unidos e Israel; tal vez algún europeo consciente se una a estos últimos, si es que no lo hace la OTAN.
JOSÉ BRECHNER, exdiputado boliviano.