Estas noticias suscitaron titulares en los principales medios: 'Los musulmanes informan de un incremento del 50% en los crímenes sectarios', anunciaba el New York Times; 'Los crímenes y denuncias que implican a musulmanes, al alza', difundía el Washington Post; 'Los musulmanes mencionan un incremento en los crímenes de odio', se hacía eco asimismo Los Angeles Times. Que estos diarios de primera línea trataran el estudio de CAIR como una investigación seria sirvió como relevante aprobación.
Pero CAIR es parte del lobby wahabí, así que (al contrario que los reporteros de los principales medios) pensamos que sería una buena idea examinar de cerca el informe. Examinamos detalladamente algunos "ejemplos de informes de crimen de odio antimusulmán recibidos por CAIR en el 2004", en la página 43, y algunos de la página 53, y descubrimos un patrón de exageración y distorsión:
– CAIR cita el caso del 9 de julio de 2004 de un incendio provocado en un supermercado de propiedad musulmana en Everett, Washington. Pero los detectives determinaron rápidamente que Mirza Akram, el gerente del súper, simuló el incendio para evitar cumplir con su calendario de plazos y cobrar una póliza de seguro. Aunque las gamberradas de Akram fueron expuestas hace tiempo como fraude, CAIR continúa enumerando este caso como crimen de odio antimusulmán.
– CAIR dice también que "un mercado de propiedad musulmana fue reducido a cenizas en Texas" el 6 de agosto de 2004. Pero un mes después arrestaron al dueño por pegar fuego a su propio negocio. ¿Por qué incluye CAIR este incidente en su informe?
– CAIR enumera la demanda de marzo de 2005 presentada por la familia Salmi por el incendio de su furgoneta familiar como ejemplo de denuncia de crimen de odio recibida en 2004. Sin embargo, el crimen citado en la demanda tuvo lugar en marzo de 2003. CAIR ya informó en dicho año, y no debería haber sido tabulada de nuevo en el informe de 2004.
– CAIR divulga que "una bomba de fabricación casera explotó en el exterior de la mezquita de Champions, en el suburbio de Spring en Houston, Texas", basando su denuncia en que un testigo informó de que el 4 de junio de 2004 "dos varones blancos" fueron vistos colocando la bomba. Investigamos los incidentes y descubrimos que el departamento del sheriff de Spring no pudo encontrar ningún informe policial relacionado con la explosión. Investigaciones posteriores tanto en la mezquita como en un e-mail a CAIR continuaron sin respuesta. Hay escasas pruebas de que ni siquiera ocurriera el crimen.
– CAIR observa que "detectives de Massachusetts investigan aún un incendio de motivación criminal contra el Centro Islámico Al Baqi de Springfield". Sin embargo, el caso fue clasificado hace mucho como un simple robo, noticia que incluso la propia web de CAIR ha publicado. Associated Press informó el 21 de enero de 2005 de que el fiscal determinó que el incendio fue provocado por adolescentes "que irrumpieron en la mezquita de Al Baqi para robar dinero y caramelos, provocando después el incendio para ocultar pistas". Los muchachos, aclara, "no estaban motivados por odio hacia los musulmanes".
– CAIR describe lo sucedido a una familia musulmana de Tucson, Arizona, de la siguiente manera: "Acribillaron a balazos su casa mientras cenaban en octubre de 2004"; y dos meses después su furgón fue destrozado y abollado. Pero la única prueba de que cualquiera de los incidentes estuviera motivado por odio a los musulmanes es la propia familia Dehdashti, no la policía. El detective Frank Rovi, del Departamento del Sheriff del Condado de Pima, que llevó la investigación del tiroteo, dijo que, según los vecinos, el área desértica pegada a la casa de los Dehdashti era utilizada con frecuencia para prácticas de tiro. Ninguno de los incidentes fue clasificado como crimen de odio, y ambos casos estaban cerrados hacia febrero de 2005, bastante antes de que el informe de CAIR llegara a la prensa.
De veinte "crímenes de odio antimusulmán" en 2004 que describe CAIR, al menos seis son inválidos, e investigaciones posteriores probablemente encontrarían problemas en los otros catorce casos.
Este tampoco es el primer informe no fiable de CAIR: los anteriores fueron igual de malos. Hablando del informe de 1996, el experto en terrorismo Steven Emerson destacaba, en testimonio ante el Congreso: "Se ha descubierto que una enorme proporción de las denuncias han sido fabricadas, creadas, distorsionadas o definidas [según] estándares ajenos como crímenes de odio". El informe de 1996 incluía la detención de Musa Abú Marzouk, líder de Hamas, y el juicio de Omar Abdul Rahmán, el jeque ciego y cabecilla del frustrado complot del "Día del Terror" para volar monumentos en la ciudad de Nueva York.
Más absurdamente aún, CAIR clasificó como crimen de odio americano el disparo a Ahmed Hamida, ocurrido en Jerusalén el 26 de febrero de 1996, mientras huía tras dirigir su coche contra una multitud de civiles israelíes, matando a uno e hiriendo a otros 23. Uno se pregunta por qué la muerte de un terrorista en Israel podría clasificarse como tema americano; ¿más descuido de CAIR?
En realidad, muy poco de lo que afirma CAIR se comprueba. La imprecisión significativa de CAIR tiene consecuencias potencialmente enormes. Obsérvese lo sucedido después de que Newsweek divulgara en su edición del 9 de mayo que el Corán había sido profanado en la prisión militar norteamericana de Guantánamo. Surgieron protestas en el mundo musulmán, incluyendo manifestaciones que se convirtieron en violentas en Afganistán y costaron la vida al menos a 16 personas. Newsweek se retractó de la noticia posteriormente, pero algo tarde. Si las cosas hubieran sucedido de otro modo, el informe erróneo de CAIR habría podido provocar violencia similar.
El personal de CAIR no nos informa de sus motivos para no retractase por, al menos, los incidentes demostrablemente falsos encajados en sus infladas cifras "de odio", pero podemos pensar en dos motivos: asustar a su distrito electoral, recaudando así más dinero, y poner al público norteamericano a la defensiva, obteniendo así más privilegios para el islam, como la resolución del Senado norteamericano del año 2000 en que se vituperaba "la discriminación y el hostigamiento" sufrido por la comunidad musulmana.
¿Pero por qué divulgan los periodistas los resultados de la encuesta de CAIR como si procedieran de una fuente sin opiniones parciales, como si los estudios previos hubieran sido fiables, como si las encuestas fueran científicas; como si CAIR no hubiera sido parte de las amenazas contra un disidente musulmán americano, como si CAIR no hubiera protegido la imagen de Osama ben Laden, como si cinco de los miembros del personal y de la Junta Directiva de CAIR no hubieran estado vinculados con el terrorismo, como si CAIR no apareciera mencionada como acusada en una demanda por terrorismo relacionada con el 11 de Septiembre?