Según Oscar Meza, del Centro de Documentación y Análisis para los Trabajadores de la Federación Venezolana de Maestros, el 74,4% de los hogares del país estaba en situación de pobreza en el primer semestre de 2004. Según la empresa de datos CECA-Cifras On Line, la pobreza es tan grave que obliga al estudio de un nuevo estrato social, el "F", integrado por unos 130.000 venezolanos en estado de indigencia y mendicidad. Para este sector de la pobreza más feroz no se aplican los parámetros de medición establecidos mundialmente.
De los 11 millones de venezolanos económicamente activos, un 69,2% está desempleado o subempleado, un 42% vive del "rebusque diario", y el tipo de ingreso mensual para el 69,6% está por debajo del salario mínimo. "En los últimos 7 años, la movilidad social ha sido descendiente. Hoy somos más pobres", sostuvo Víctor Manuel García, presidente de CECA.
Pero, qué casualidad, mientras Transparency International ha calificado a Venezuela como uno de los países más corruptos del mundo (en el puesto 130 de 159), en medio de tanta pobreza resulta, según CECA, que desde hace unos cuatro años han surgido 55.834 nuevos ricos dentro de los estratos "A" y "B", conformados por oficiales de alto rango, nuevos burócratas y testaferros.
Uno de los presentadores del informe de CECA señaló que "los más pobres son utilizados políticamente", pues no se les ofrece ayuda y empleos dignos, sino una especie de limosna, para que se mantengan en situación de dependencia del Estado, del Gobierno y de su afán de poder y riqueza.
"Aquí está el pueblo, reivindicando la propiedad social de la tierra. Allá está el grupito de latifundistas, los sicarios... Aquí está la dignidad del pueblo, por eso esta pelea la tiene ganada el pueblo", continuó diciendo el vicepresidente Rangel en su reciente discurso.
El Gobierno venezolano ha intervenido más de 122.000 hectáreas de haciendas privadas en las últimas semanas, y ya tomó cuatro predios en el fronterizo estado de Apure y en su vecino Barinas. ¿A manos de quién irán a parar esas tierras?
El diputado opositor Jesús Garrido, por su parte, asegura: "En lo que va del Gobierno [chavista], más de 5.000 fincas han sido invadidas, la mayoría pertenecientes a pequeños y medianos productores (...) Se trata de actos de confiscación violatorios de la Constitución (...) porque primero se invade, se mete en las propiedades a los militares y luego se asocia al discurso del presunto socialismo del siglo XXI (...) No tengo nada en contra de la entrega de tierras a los campesinos. Todo lo contrario: mi partido, Acción Democrática, promovió la promulgación de la Ley de Reforma Agraria en 1960 (...) [pero] hoy se hace de una manera totalitaria y fascista (…)".
"¿Quiénes, de verdad, son campesinos? –continuaba Garrido–. En Barinas, por ejemplo, encontramos que esos campesinos son personas vinculadas con los gobiernos municipales, regionales y el MVR. No existe verdadera intención de beneficiar a las familias campesinas (…)".
Parece, en realidad, que los campesinos sin tierras son una excusa para beneficiar a los amigos del régimen. "Así se crea una gran industria clientelar de la tierra, de gente ideologizada. De hecho, eso ocurre con los miembros de las cooperativas, a quienes llevan a Cuba para formarlos en el modelo comunista", asegura Garrido; y denuncia que en Barinas, mientras invaden propiedades, los familiares del presidente Chávez, a través de intermediarios, se han ido convirtiendo en grandes terratenientes.
Para el caso de La Chavera, la finca del padre de Chávez, el diputado opositor ha propuesto que una comisión parlamentaria "compruebe la existencia de una estructura onerosa". "¿Por qué no se investigan las grandes propiedades adquiridas por generales del régimen en Barinas?", se pregunta.
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