El ILE evalúa a los países en función de su apertura al exterior, la calidad de sus instituciones y su competitividad. Chile, Santa Lucía y Uruguay son los únicos países de la región que alcanzan la categoría de mayormente libre. En el otro extremo de la escala encontramos a Guyana, Ecuador, Venezuela y Cuba, economías no libres con muy pobres registros.
En los países del llamado grupo bolivariano, entre los que se cuentan Venezuela y Bolivia, la libertad económica sufre por la continua interferencia del Estado. En Venezuela, su hinchado e ineficiente sector público continúa creciendo, así como la economía informal. En Venezuela hay un grave problema de inestabilidad monetaria, y los contratos y derechos de propiedad no se respetan a cabalidad, lo cual da lugar a la inseguridad jurídica. En el caso de Bolivia, hay problemas estructurales e institucionales que resultan en una economía poco dinámica, y el sistema judicial es cada vez más vulnerable a las interferencias políticas.
Colombia sigue mostrando un progreso espectacular, y se ha convertido, según el ILE, en "una de las economías más estables de América del Sur". Su puntaje mejoró gracias a las mejoras que ha experimentado en el entorno empresarial, facilitadas por su apertura a la actividad comercial y la inversión. Las recientes reformas en materia de regulación y potenciación del sector privado también han contribuido al buen desempeño colombiano.
Chile es la única economía latinoamericana entre las veinte más libres del mundo; en concreto, ocupa el 11º puesto, con un puntaje de 77,4 en una escala que va de 1 a 100. Ahora bien, cinco de cada seis países de la región mejoraron sus resultados. Colombia fue una de las economías del mundo que más mejoraron (+ 2,5 puntos). En el otro extremo encontramos a Ecuador, El Salvador y la República Dominicana, los únicos que perdieron terreno.
El ILE no pudo tomar en cuenta el efecto que tendrá en la economía venezolana la Ley Habilitante. Chávez prevé crear una Superintendencia de Costos y Precios, lo cual contribuirá a que Venezuela dé alcance a Cuba en la disputa por ser la economía menos libre de la región. Todo un logro revolucionario.
Pero a qué extrañarse. Si ya lo dijo en su día el ministro chavista de Planificación, Jorge Giordani: "La revolución necesita a los pobres".