El Banco Mundial publicó recientemente la edición 2012 de "Doing Business", un informe que proporciona mediciones objetivas de las normas que regulan la actividad empresarial en 183 economías. En el ranking de este año Ecuador se ubica en la posición 130. Aunque ha avanzado un puesto, un vistazo a su perfil revela que tal mejoría no se debe a que el Gobierno y los municipios hayan emprendido reformas para facilitar los negocios, sino más bien a que otros países han ido a peor. De hecho, el informe indica que entre 2006 y 2010 solamente se han realizado dos reformas en dos áreas: se facilitó la apertura de negocios permitiendo el registro en la Seguridad Social vía internet y se facilitó el comercio exterior mejorando los procedimientos en los puertos, reduciendo el papeleo para hacer una exportación o una importación.
Mientras tanto, nuestros vecinos han experimentado importantes mejoras. Entre 2006 y 2010 Colombia hizo 14 reformas en 7 áreas, lo que le permitió situarse entre los 10 países más reformistas del mundo en dicho periodo. Perú acometió 11 reformas en 6 áreas en ese mismo tiempo, y estuvo entre los 10 países más reformistas en el bienio 2009-2010.
Formalmente y en promedio, establecer un negocio en Ecuador requiere de 13 procedimientos y un capital mínimo depositado equivalente al 4,3% del ingreso del emprendedor; demora 56 días y le cuesta al emprendedor un 28,8% de su ingreso (en tarifas y honorarios por aquellos servicios legales o profesionales exigidos por la ley). Un canadiense, en cambio, sólo tiene que pasar por un procedimiento y no necesita depositar capital mínimo alguno; la demora que padecerá será de 5 días y el coste ascenderá al 0,4% de su ingreso. Un chileno también lo tiene más fácil que un ecuatoriano: tiene que pasar por 7 procedimientos y no necesita depositar capital mínimo alguno; la demora que padecerá será de 7 días y el coste ascenderá al 5,1% de su ingreso.
Hay mucho que los municipios pueden hacer para mejorar la situación en el nivel micro, aun cuando el gobierno se quede de brazos cruzados. Al parecer, los ecuatorianos no lo han hecho. En el nivel macro, la imagen que se desprende del informe del BM es muy sombría: inseguridad jurídica (agravada por cosas como la Ley de Control del Poder del Mercado), reglas tributarias imprevisibles, impuestos onerosos (como el que grava la salida de divisas: del 2%, tal vez próximamente del 5%), gasto y endeudamiento públicos crecientes, etcétera. Con todo, aún quedan aventureros que arriesgan su capital en el país.
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GABRIELA CALDERÓN, editora de elcato.org y columnista de El Universo (Ecuador).