¿Avanzará Estados Unidos por ese mismo camino de destrucción de la libertad individual e irrespeto a la propiedad privada, a través de una exuberante proliferación de gastos, normas, decretos, mandatos, regulaciones, reglamentos, edictos, leyes e impuestos?
Las actuales estadísticas de Estados Unidos son preocupantes, y muchos dirían que alarmantes:
Las actuales estadísticas de Estados Unidos son preocupantes, y muchos dirían que alarmantes:
– La deuda nacional alcanza los 38.480 dólares por habitante.
– La deuda personal promedio es de 24.500 dólares.
– La deuda del gobierno con agentes extranjeros es de 3,5 billones de dólares.
– El déficit comercial alcanza los 256.018 millones (con China, 149.500 millones).
– Para una población de 307 millones, hay 19 millones de desempleados (16%), cifra que incluye a aquellos que dejaron de buscar trabajo.
– El período de tiempo que pasa la gente sin lograr un empleo es el más largo desde la Segunda Guerra. La triste realidad es que cuanto más tiempo pasan sin empleo, más bajo será el sueldo que eventualmente consigan.
– En lo que va del año 2009, 1.046.000 empresas han quebrado y 642.000 hipotecas sobre viviendas han sido ejecutadas.
– Las obligaciones acumuladas del programa de retiro del Seguro Social tienen un valor de 10,7 billones.
– La ley de Recuperación e Inversión, de febrero 2009 y con un costo de 787.000 millones, renueva el desprestigiado y costoso proteccionismo sobre el hierro, el acero y el textil. ¿No comprende Washington que el proteccionismo es empobrecedor porque obliga a la gente a comprar más caro y a los inversionistas a hacer malas inversiones?
– El Congreso no ha aprobado los acuerdos de libre comercio firmados con Colombia, Panamá y Corea del Sur, lo cual, según la Cámara de Comercio de Estados Unidos, terminará costando 585.880 puestos de trabajo en este país; que podrían ser 177.000 más si otros gobiernos procedieran de igual manera.
Estas estadísticas muestran el exagerado costo del estatismo intervencionista, que se ha disparado en los primeros meses del gobierno demócrata de Barack Obama y que, lamentablemente, tiene lugar luego de que el presidente George W. Bush gastara a manos llenas en armamentos e invasiones de lejanas tierras, en su delirio de convertirse en y pasar a la historia como el sheriff del mundo entero.
El nuevo agujero negro es la mano del gobierno federal metida en todo lo que tiene que ver con la medicina y los hospitales. Según las encuestas, dos de cada tres médicos se oponen a los cambios propuestos por Washington. Y, pensándolo bien, tanto usted como yo le tenemos mucho más confianza a nuestro médico que a los burócratas que conocemos.
© AIPE
CARLOS BALL, director de la agencia AIPE.
El nuevo agujero negro es la mano del gobierno federal metida en todo lo que tiene que ver con la medicina y los hospitales. Según las encuestas, dos de cada tres médicos se oponen a los cambios propuestos por Washington. Y, pensándolo bien, tanto usted como yo le tenemos mucho más confianza a nuestro médico que a los burócratas que conocemos.
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CARLOS BALL, director de la agencia AIPE.