Y, para decirlo de manera elevada con palabras siempre elegantes de Virginia Woolf, "la circunferencia de su vida parece estrecharse” en torno a Duhalde, dada la dimensión de su derrota. Tal vez se encuentre aquí el cambio más singular en la vida política argentina de los últimos años.
El escenario postelectoral ha exhibido esta semana una intensa actividad: se van delineando los primeros movimientos en el tablero político, y meditando cuidadosamente los que tienen relación con las elecciones presidenciales de 2007. Naturalmente, se afianzan y se entretejen alianzas, se concretan renuncias, nacen coincidencias y, como siempre, se advierten olvidadas reapariciones.
El presidente Kirchner recibió a lo largo de la semana una larga lista de gobernadores, nada menos que de sus aliados electorales. Ahora, ya superado aquel 22%, que fue el porcentaje de 2003 con el cual llegó a la presidencia, procura consolidarse como la figura central del peronismo. Reagrupa sus fuerzas y busca asegurarse el respaldo en el Parlamento.
Cabe mencionar que los gobernadores de Córdoba, La Rioja, San Juan, Entre Ríos, entre otros, fueron recibidos individualmente en la Casa Rosada. Y no solamente se analizaron los comicios, sino que Kirchner procuró confirmar el apoyo de los legisladores electos y afirmar su autoridad en el justicialismo. Ha trascendido que, formalmente, no asumiría la conducción de su fuerza política, y para esta función se habla del gobernador cordobés, José Manuel de la Sota, quien contaría, por cierto, con el apoyo de Kirchner.
En la vereda de enfrente, Mauricio Macri, amplio ganador en la capital –dejando en un distante tercer lugar al canciller kirchnerista Bielsa, quien también fue electo diputado–, está delineando los caminos de su grupo, Propuesta Republicana (Pro). Ha insistido en el hecho de que encarna una renovación política clara y evidente a los ojos de todos, y ha mantenido encuentros con el liberal Ricardo López Murphy (líder del grupo Recrear), procurando concretar una acción en bloque en el Congreso.
Uno y otro, por lo demás, tenderán puentes para convocar no solamente fuerzas de la centroderecha, sino un conglomerado ideológicamente plural, en el cual, desde ya, se descuenta que tendría un importante rol la agrupación que lidera Elisa Carrió.