A esta altura conocemos, por ejemplo, y siguiendo los números de una encuesta que ha desplegado el periódico La Nación, que en la Provincia de Buenos Aires aparece como líder la esposa del presidente Kirchner, Cristina Fernández (quien logró su ansiada foto con Rodríguez Zapatero en la Cumbre de Salamanca en los cinco minutos que éste le concedió), aspirante al Senado. Le sigue bastante lejos Hilda Chiche Duhalde (esposa del ex presidente Duhalde), en tanto aparece en tercer lugar el candidato liberal Ricardo López Murphy. Pero el compañero de éste en Propuesta Republicana, Mauricio Macri, de centroderecha, figura en primer lugar en la Capital Federal como candidato a diputado, con una alta ventaja sobre el candidato del kirchenirsmo, el actual canciller Rafael Bielsa. Y aquí, en el segundo lugar, según aquella encuesta, aparece la candidata del ARI, Elisa (Lilita) Carrió.
2) El jueves finalizará la actividad proselitista. La cabalística Cristina Fernández de Kirchner hará su acto final en el mismo lugar donde su esposo cerró su campaña electoral presidencial en 2003, es decir, en el Mercado Central de la Matanza. Por su lado, Carrió cerrará el miércoles la campaña con un acto en el Teatro Coliseo. Mientras tanto, Ricardo López Murphy piensa realizar una caravana –a la que se unirá en determinado momento Macri– por zonas olvidadas por el actual Gobierno, con la intención de exhibir la ausencia de políticas del kirchnerismo en el conurbano. La esposa de Duhalde, a su vez, hará su acto justicialista en la Quinta de Perón.
Por su parte, Bielsa recorrerá, acompañado por Kirchner, la capital, en tanto Mauricio Macri (presidente del club Boca Juniors) está preparando una suerte de un megacierre de campaña del que no han trascendido detalles.
3) Con los resultados a la vista, los analistas podrán atisbar unos metros más adelante el complejo mundo político argentino. Si la señora de Kirchner obtuviera una aplastante victoria, se estima que ello será un poderoso apoyo al presidente Kirchner, quien podría pensar en la reelección. Pero, ¿por qué no podemos pensar en ella como candidata al más alto cargo? Si las cifras se acortan entre las esposas de Kirchner y Duhalde, el justicialismo, fortalecido entonces, podrá reagruparse en torno a Duhalde con mayor poder negociador, aunque, en todos los casos y con cualquier resultado, Eduardo Duhalde será candidato presidencial.
En cuanto a López Murphy, de confirmarse las tendencias, pasará a ocupar un lugar destacado en el mapa político, afianzándose como la segunda fuerza. Los radicales, que al parecer ni cierre de campaña llevarán a cabo, aparecen demasiado deshilachados.
Por cierto, el peso del pasado es difícil de borrar, pero se va transformando imperceptiblemente. Como diría Jean-François Revel, nadie es tan loco como para acabar encerrado en sus propias fronteras.